El párroco de Gaza, unió su voz al pedido de un "alto el fuego humanitario", ya que lamentó que "entran armas pero no alimentos y los niños están condenados a muerte por inanición".
El P. Gabriel Romanelli afirmó que el alto el fuego es cada vez más "urgente", al igual que el envío de ayuda: "La gente está muriendo porque necesita urgentemente alimentos, agua, medicinas".
Tras la reciente masacre, sostuvieron que el fin de las hostilidades debe servir para garantizar la distribución segura de la ayuda y llegar a negociaciones para la liberación de los rehenes.
La Fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada dice que la guerra en Gaza provocó una "situación terrible" en las diversa comunidades.