Los obispos de la región llaman a actuar contra la creciente violencia en el país y destacan que la muerte del padre Paul Tatu, ocurrida en Pretoria, "no es un incidente aislado".
Las crecidas -provocadas por lluvias torrenciales, a las que se suma el colapso de una represa- desplazaron a más de 130.000 personas y ya hay más de un centenar de víctimas fatales en todo el país.