El arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana presidió la divina liturgia en la catedral patriarcal de la Resurrección de Kiev, con motivo de la celebración de la Resurrección del Señor.
Francisco manifestó su cercanía con las poblaciones seriamente afectadas por la subida de las aguas en el estado de Río Grande do Sul, que provocaron ya 55 muertos, 74 desaparecidos y 107 heridos.