Con motivo de la Misa Crismal, el episcopado envió una carta a los sacerdotes animándolos a estar "al servicio del pueblo de Dios, cerca de la gente y, como Jesús en la cruz, hacerse cargo de todos".
Francisco llamó la atención sobre el testimonio de dos padres, ahora amigos entre sí, que perdieron a sus hijas debido a la violencia en Tierra Santa. Uno de ellos es judío y el otro, musulmán.