El Patriarca Latino de Jerusalén entró en la asediada Franja de Gaza, llevando la cercanía de la Iglesia al pueblo gazatí y ofreciendo un mensaje de solidaridad y apoyo.
"Son los jóvenes quienes pueden romper las cadenas de incomprensiones y prejuicios que, durante siglos, mantuvieron prisioneros a católicos y ortodoxos", manifestó Francisco.