Francisco llamó la atención sobre el testimonio de dos padres, ahora amigos entre sí, que perdieron a sus hijas debido a la violencia en Tierra Santa. Uno de ellos es judío y el otro, musulmán.
Durante su audiencia general del miércoles, el Papa llama a los fieles a imitar la paciencia de Cristo, afirmando que esta virtud ofrece uno de los testimonios más convincentes del amor del Señor.