Jueves 28 de marzo de 2024

Mons. Canecín llamó al diálogo en la búsqueda del bien común

  • 2 de octubre, 2018
  • Goya (Corrientes) (AICA)
En una misa celebrada en la catedral Nuestra Señora del Rosario, el obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, llamó a los fieles a la "integración sin exclusiones" e instó a dejarse "ayudar, para sacar adelante esta República" evitando sectarismos y teniendo una verdadera "actitud de diálogo".
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El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, presidió el domingo 30 de septiembre una misa en la catedral Nuestra Señora del Rosario.

Durante la celebración, el prelado destacó la oración colecta en la que, aseguró, "Dios manifiesta su poder en la Misericordia y en el perdón" y esa expresión quiere decir que "el perdón y la misericordia no es signo de debilidad", sino que "hay que ser muy fuertes para perdonar, hay que ser íntegro para tener misericordia y para perdonar. Hay que parecerse mucho a Dios", afirmó.

"Dios manifiesta su poder porque él es omnipotente, es decir todopoderoso, y es omnisciente, es decir que todo lo conoce. Manifiesta su grandeza en el perdón y en la misericordia". En ese sentido, consideró que "en la medida de que crezca nuestro parecido a Dios, porque somos imagen y semejanza de Él, de quien somos hijos en el Hijo, también nosotros tendremos como estilo la misericordia".

"Pensemos en nuestra patria Argentina, donde se evidencia tan honda y profunda la grieta, allí la Iglesia propone y ofrece, pero no como un manto de olvido sino como una experiencia liberadora y transformadora la misericordia" destacó.

"La misericordia y el perdón" no son sinónimos de impunidad ni de olvido, señaló el prelado, y explicó que es "imitar el corazón de Dios que manifiesta su poder".

El obispo reflexionó sobre la primera lectura, tomada del libro de los Números, donde Moisés, que era el líder de Israel, ante el agobio que siente por la tarea de formar y conducir a su pueblo a través del desierto, decide "repartir" parte de su espíritu entre un grupo de ancianos para que "le ayuden en su misión".

En esa línea de pensamiento, anheló que como país, al igual que Moisés, nos dejemos ayudar, para sacar adelante esta República. Aunque reconoció que "a veces cuesta", animó, como Moisés, a "pensar en el pueblo".

Asimismo, en el Evangelio se presenta a Jesús, que también escucha a sus discípulos escandalizados por la conducta de alguien, "que no es de los nuestros", pero que está expulsando demonios y les dice: "Quien no está contra nosotros está con nosotros".

"En su pedagogía correctiva y en su paciencia", Jesús enseña en este pasaje a "no tener celos", indicó monseñor Canecín, y expresó: "Qué bueno sería si un grupo como Iglesia o algún movimiento dice al otro grupo ?te necesitamos, ¿Venís a darnos una mano?".

"A veces nos montamos en los roles y acaparamos el lugar y, eso, va en detrimento del servicio", advirtió el obispo, e invitó a "mirar la actitud de Moisés y de Jesús que no tienen celos".

"Esto significa que el Espíritu de Dios se da en la Iglesia, pero también fuera de la Iglesia" porque "allí hay muchos elementos de verdad y de santidad", sostuvo, y animó a los fieles a tener una actitud de diálogo con quienes piensan distinto, siempre en la búsqueda del bien común.

"Tenemos que poder escucharnos entre todos y quizás, como Iglesia, este puede ser nuestro aporte a la Patria: invitar con el ejemplo y el testimonio a que, quienes estuvieron ayer, están hoy o estarán mañana en la función pública y en los distintos niveles, sepan imitar la actitud de Moisés y de Jesús, es decir, el poder necesitar de la otra persona y pedir ayuda".

"Cuando se quiere acaparar o ser artificies de algún logro, se puede echar a perder tantas cosas?", reflexionó el pastor de Goya, por eso instó a reflexionar "como Iglesia, en las familias, en los ambientes laborales y especialmente como sociedad".

"Seamos capaces de buscar en serio el bien común" llamó el obispo, y animó a que cada uno, desde su ámbito, haga su aporte, sin entrar en descalificaciones, sin decir, como Josué "no son de los nuestros".

Finalmente, hizo un llamado a "superar las descalificaciones, que a veces son frutos de una autoafirmación, que es sinónimo de debilidad y de fragilidad", e instó a ser capaces de "dialogar e integrarnos en una armonía en pos del bien común".+