Martes 19 de marzo de 2024

Católicos colombianos trabajan para aliviar el hambre de sus hermanos venezolanos

  • 27 de noviembre, 2018
  • Cúcuta (Colombia) (AICA)
La frontera entre Colombia y Venezuela continúa mostrando el triste espectáculo de largas filas de venezolanos que emigran de su país y llegan a Colombia en una situación de emergencia. Son recibidos por un grupo de voluntarios católicos que trabajan para aliviar el hambre de esta población vulnerable. Muchos, también, cruzan la frontera sólo para llegar aquí y aprovechar este gesto de caridad, antes de regresar otra vez a Venezuela.
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La frontera entre Colombia y Venezuela continúa mostrando el triste espectáculo de largas filas de venezolanos que emigran de su país y llegan a Colombia en una situación de emergencia.

Son recibidos por un grupo de voluntarios católicos que trabajan para aliviar el hambre de esta población vulnerable.

Muchos, también, cruzan la frontera sólo para llegar aquí y aprovechar este gesto de caridad, antes de regresar otra vez a Venezuela.

Esta misión diaria es llevada a cabo por más de 200 colaboradores de la "Divina Providencia", comedor popular coordinado por la diócesis de Cúcuta y parroquias de la zona, ubicado en Villa del Rosario, Norte de Santander, a menos de 500 metros del puente internacional Simón Bolívar.

Este grupo de voluntarios, con la donación de alimentos que recibe del Banco Mundial de Alimentos -gestionado por las Naciones Unidas- prepara alrededor de 3.000 comidas diarias.



"La crisis económica y la falta de alimentos nos llevaron a tener que salir de Venezuela. Siempre pensé que era inútil criticar, así que me quedé aquí para ayudar a mis compatriotas, con lo que más falta en mi país: la comida", explicaba Alexis José Rivero López, venezolano, que llegó a Colombia hace 10 meses y se quedó trabajando como asistente de cocina en la Divina Providencia.

Según la ONU, alrededor de 2,3 millones de personas abandonaron Venezuela desde 2014, cuando comenzó una aguda crisis económica. Colombia recibió desde entonces a más de un millón, de los cuales regularizó a 820 mil, mientras que en Perú casi un millón de venezolanos están registrados. +