Jueves 25 de abril de 2024

Rezar a Dios con la confianza de un niño que confía en su "papá"

  • 16 de enero, 2019
  • Ciudad del Vaticano
Durante la audiencia general, celebrada en el Aula Pablo VI, el papa Francisco continuó en la mañana de hoy, miércoles 16 de enero, con su catequesis sobre el "Padrenuestro" y lo hizo observando que esta oración se centra en la palabra: "Abba, Padre". El cristiano que conoció a Dios y escuchó su palabra no lo considera como un tirano al que debe temer, sino que siente confianza y afecto hacia él, como un niño en los brazos de su "papá", explicó el Papa.
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Durante la audiencia general, celebrada en el Aula Pablo VI, el papa Francisco continuó en la mañana de hoy, miércoles 16 de enero, con su catequesis sobre el "Padrenuestro" y lo hizo observando que esta oración se centra en la palabra: "Abba, Padre".

El cristiano que conoció a Dios y escuchó su palabra no lo considera como un tirano al que debe temer, sino que siente confianza y afecto hacia él, como un niño en los brazos de su "papá", explicó el Papa.

"No se trata solo de usar un símbolo -en este caso la figura del padre- para atar al misterio de Dios; se trata en cambio de tener, por así decir, todo el mundo de Jesús derramado en el propio corazón", dijo.

Decir "Abba" -indicó el Papa- es "algo mucho más íntimo, más conmovedor que simplemente llamar a Dios ?Padre?, esta expresión evoca afecto, calor, algo que se proyecta en el contexto de la edad infantil: la imagen de un niño completamente envuelto en el abrazo de un padre que siente infinita ternura por él". Por ello, señaló que "para rezar bien es necesario llegar a tener un corazón de niño".



Refiriéndose al pasaje bíblico de la Carta de San Pablo a los Romanos, el Santo Padre recordó que "no hemos recibido un espíritu de esclavos para caer en el miedo, sino que hemos recibido el Espíritu que nos hace hijos adoptivos".

De este modo, el Papa remarcó que "el cristiano no considera más a Dios como un tirano a temer, no tiene más miedo, sino que siente florecer en su corazón la confianza en Él: puede hablar con el Creador llamándolo ?Padre?".

En este sentido, el Santo Padre recordó también la parábola del padre misericordioso invitando a imaginar la "oración pronunciada por el hijo pródigo, después de haber experimentado el abrazo de su padre que lo había esperado mucho tiempo, un padre que no recuerda las palabras ofensivas que él le había dicho, un padre que ahora le da a entender sencillamente cuánto lo extrañaba".

"¿Es posible que Tú, oh Dios, conozcas solo el amor? ¿Tú no conoces el odio? Y Dios respondería: ?Yo conozco solo el amor?. ¿En dónde en ti hay venganza, reclamo de justicia, el enojo por tu honor herido? Dios respondería: ?yo conozco solo amor?", afirmó Francisco.

Y así, explicó que "el padre de la parábola, en sus modos de actuar, recuerda mucho el ánimo de una madre. Son generalmente las madres las que perdonan a sus hijos, los cubren o no dejan de quererlos, incluso cuando ellos no merecerían nada".

"Puede ser que nosotros también pasemos por caminos lejos de Dios, como le sucedió al hijo pródigo; o caer en una soledad que nos hace sentir abandonados por el mundo; o, nuevamente, equivocarnos y estar paralizados por un sentimiento de culpa. En esos momentos difíciles, todavía podemos encontrar la fuerza para rezar, a partir de la palabra ?padre?, pero dicha con un sentido tierno de un niño ?Abba?, papá.", exhortó.

El Señor "no ocultará su rostro a nosotros; recuerden bien, quizás alguno ha dicho de si cosas feas, cosas que no sabe cómo resolver, tanta amargura, por haber hecho algo. Él no ocultará su rostro, en el silencio te dirá que jamás te ha perdido de vista, me he quedado siempre.

Para un cristiano, rezar es decir simplemente "abba" "papá". En cualquier momento de nuestra vida podemos encontrar la fuerza y la alegría del corazón dirigiéndonos con confianza a nuestro Padre, concluyó. +