Martes 16 de abril de 2024

El Impenetrable Chaqueño recibió misioneros de la diócesis de San Roque

  • 13 de febrero, 2019
  • Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco)
Durante enero, cerca de un centenar de misioneros, en su mayoría jóvenes, eligieron visitar zonas de El Impenetrable Chaqueño. Ni el calor, ni las intensas lluvias impidieron las actividades misioneras en sitios de la amplia zona del norte de la diócesis de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña.
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Cerca de un centenar de misioneros de la diócesis de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña llegaron durante enero a distintas zonas de El Impenetrable Chaqueño.

Del 2 al 15 de enero se llevó a cabo la 27º Misión Diocesana en El Impenetrable. Tuvo lugar en la extensa parroquia de Juan José Castelli y Miraflores. Durante las dos semanas de actividades, participaron sacerdotes de las distintas parroquias de la diócesis y las actividades estuvieron coordinadas por el asesor diocesano para la misión, presbítero Rubén Pérez, y un equipo de laicos.

Los misioneros se alojaron en capillas y escuelas de los diferentes barrios y parajes. Durante los días de misión, visitaron a las familias, impartieron catequesis, prepararon el sacramento del Bautismo e invitaron a las celebraciones que se realizaban todas las tardes.

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El párroco de Juan José Castelli y Miraflores, presbítero Osvaldo Santillán, agradeció la presencia numerosa de jóvenes y algunos adultos en su parroquia y animó a cada uno a volver a esa zona el próximo año para fortalecer la fe de las familias y acompañar las actividades que realizan los distintos agentes de pastoral durante todo el año.

Misión del Seminario
Del 16 al 25 de enero, seminaristas y otros jóvenes, que periódicamente participan de los encuentros mensuales de formación que ofrece el seminario diocesano Cura Brochero, se dirigieron a la comunidad de Zaparinqui, a unos 100 kilómetros de la sede diocesana, acompañados por un formador del seminario, presbítero Daniel Segovia y el asesor de la misión, presbítero Rubén Pérez.

Las visitas a las familias fueron uno de los momentos que más anhelaban los jóvenes. Allí, escucharon con atención a las personas, compartieron sus experiencias de fe e invitaron a las actividades y celebraciones que se realizaban todos los días en la capilla del pueblo.



La comunidad Sagrado Corazón, de Zaparinqui, también pertenece a la parroquia Nuestra Señora del Valle de Juan José Castelli. Esta parroquia es una de las más extensas y pobladas de la diócesis. Abarca cerca de 60 comunidades donde periódicamente se realizan actividades de catequesis y celebraciones litúrgicas, y comprende además grandes comunidades urbanas. Muchos de los barrios esperan concretar un lugar para construir una capilla y tener espacios para las actividades de catequesis y promoción humana.

Cuenta con dos sacerdotes permanentes y un tercero que colabora algunos días en la semana. También integran la pastoral las religiosas Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, que atienden una unidad educativa desde nivel inicial hasta secundario. Hay un segundo colegio que atiende desde el nivel inicial hasta carreras terciaras que es atendido desde el obispado. Otra congregación la integran las Hermanas Ursulinas que están radicadas en el Paraje Las Hacheras, a 80 kilómetros de la sede parroquial. Desde allí, apoyan actividades varias en numerosos parajes.

Tanto los misioneros que se dirigieron a Juan José Castelli y Miraflores, como a Zaparinqui, destacaron que vivieron esos días en un clima de alegría y oración constante. Destacaron que esa experiencia los ayudó a comprometerse más con su ser cristianos. Escuchando a las familias y recibiendo la atención espiritual de los sacerdotes que acompañaban, han recibido un nuevo impulso para volver a sus parroquias de origen y colaborar con las tareas que allí se realizan durante el año.

Por su parte, las familias visitadas agradecieron emocionadas la posibilidad de participar casi todos los días de la misa y recibir catequesis. Recordaron que en algunos parajes, los sacerdotes sólo pueden celebrar los sacramentos dos o tres veces durante el año y los catequistas son muy pocos para atender tantas comunidades.

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El acompañamiento del obispo
Monseñor Hugo Nicolás Barbaro, obispo de la diócesis, estuvo en la organización de las actividades e hizo llegar a todos los misioneros su cercanía y su bendición.+