Viernes 29 de marzo de 2024

El Card. Farrell nuevo camarlengo de la Santa Iglesia Romana

  • 14 de febrero, 2019
  • Ciudad del Vaticano
La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó hoy, jueves 14 de febrero, que el papa Francisco nombró camarlengo de la Iglesia Católica al cardenal Kevin Joseph Farrell, actual prefecto del dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. El cargo estaba vacante tras la muerte, el pasado 5 de julio, del cardenal francés Jean Louis Tauran, quien con anterioridad había sido protodiácono.
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La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó hoy, jueves 14 de febrero, que el papa Francisco nombró camarlengo de la Iglesia Católica al cardenal Kevin Joseph Farrell, actual prefecto del dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

El cargo estaba vacante tras la muerte, el pasado 5 de julio, del cardenal francés Jean Louis Tauran, quien con anterioridad había sido protodiácono.

El cardenal Farrell nació en Dublín (Irlanda) el 2 de septiembre de 1947. Es sacerdote desde el 24 de diciembre de 1978. Tiene también nacionalidad norteamericana, ya que fue misionero y obispo auxiliar en Washington. Recibió la consagración episcopal el 11 de febrero de 2002. Posteriormente, fue nombrado obispo de Dallas, donde permaneció entre 2007 y 2016. En agosto de 2016, el papa Francisco lo nombró prefecto del citado dicasterio de la Curia Romana. Fue creado cardenal meses después, el 19 de noviembre, asignándosele la diaconía de la iglesia romana de San Julián Mártir.




¿Qué funciones tiene un camarlengo?
El cargo de camarlengo se trata de una posición importante, especialmente en el período comprendido entre la muerte de un Papa y la elección de su sucesor.

El nombre ?camarlengo? viene de camerarius domini papae y sus competencias actuales están reguladas en las constituciones apostólicas Pastor Bonus y Universi Dominici Gregis. El camarlengo es nombrado por el Papa para un período de 5 años y, como es habitual en otros puestos, debe presentar la renuncia a los 75 años de edad.

Si muere el Santo Padre -o renunciase-, y el cargo de camarlengo estuviera vacante, el Colegio cardenalicio habría de elegir de inmediato un cardenal para que ocupara dicho puesto.

Es al morir el Papa cuando el camarlengo despliega sus facultades y deberes. En primer lugar, es el encargado de comprobar oficialmente la muerte del Santo Padre, en presencia del sustituto de la Secretaría de Estado, del maestro de ceremonias, del vicecamarlengo, algunos prelados, el canciller de la Cámara Apostólica, familiares si los hay y el director de sanidad del Vaticano.

El camarlengo es el encargado de comunicar la muerte del Papa al cardenal vicario de Roma, para que éste a su vez lo comunique al pueblo, al cardenal decano y al cardenal arcipreste de la Basílica de San Pedro.

Tiene la misión de sellar los apartamentos pontificios y de tomar posesión del Palacio Lateranense y el de Castelgandolfo, para su custodia y gobierno.

En nombre del Colegio cardenalicio se ocupa de la defensa de los derechos de la Santa Sede y de su administración durante todo el período de sede vacante. Preside la celebración litúrgica anterior a la exposición del cuerpo del Papa y lidera la comitiva que lo trasladará desde los apartamentos a la Basílica de San Pedro. A no ser que el Papa antes de morir hubiera expresado su voluntad, es el camarlengo el que determina, habiendo escuchado a los cardenales, todo lo relativo a la sepultura del Santo Padre.

El camarlengo juega un papel importante en la preparación del cónclave. Debe, junto a los cardenales primeros de cada orden, determinar el inicio de las congregaciones generales y preparar la residencia de Santa Marta -que es donde residen los cardenales electores durante el cónclave- así como los alojamientos del resto del personal (maestro de ceremonias, el secretario del colegio, ceremonieros).

Durante el cónclave es responsable, junto al sustituto de la Secretaría de Estado, de la seguridad y de la protección del cónclave. También es responsable de comprobar que tanto la Capilla Sixtina como los edificios adyacentes estén libres de cualquier medio que pueda servir para comunicarse con el exterior. Al terminar el cónclave, el camarlengo redacta un informe sobre el resultado de cada escrutinio. Este informe -en un sobre sellado que se guardará en el archivo- es entregado al nuevo pontífice por parte del camarlengo.+`