Sábado 27 de abril de 2024

Mons. Mestre bendijo el programa de asistencia a las familias del basural

  • 6 de julio, 2019
  • Mar del Plata (Buenos Aires)
El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, recibió este viernes en la sede del obispado a referentes del programa Betania, que tiene como principales destinatarios a las 250 familias que asisten al basural. En el marco del encuentro, el prelado bendijo el trabajo que realizan en pos de ofrecer un nivel de vida más digno y un entorno de cumplimiento de los derechos humanos.
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El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, recibió este viernes en la sede del obispado a referentes del programa Betania, que tiene como principales destinatarios a las 250 familias que asisten al basural.

Participaron la coordinadora de "Betania", Alejandra García Murillo; Ana Laura Vulcano, y el presbítero Santiago Arriola como referentes de la mesa del basural; el presbítero Ezequiel Kseim, párroco de Jesús Obrero; el padre Héctor Díaz, párroco de San Benedetto; el padre Gonzalo Domench ?vicario parroquial de San Pío de Pietrelcina; Patricio Caruso, director de abordaje comunitario del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación; Malen Gil, coordinadora de acompañamiento a las familias, y Florencia Toledo del ministerio de desarrollo social de la provincia.

Betania se propone que 250 familias que trabajan en el basural alcancen un nivel de vida más digno y de cumplimiento de derechos humanos: alimento, salud, educación, documentación y vivienda.

Estas familias fueron censadas conjuntamente por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y Cáritas de la parroquia Pío de Pietrelcina. El programa que tiene un año de duración está articulado por dos ejes: acompañamiento familiar ?relevamiento, diagnóstico y ejecución-, y desarrollo comunitario con talleres de estimulación temprana, huerta, carpintería, electricidad, panificados, pintura, reciclado textil y reciclado electrónico. Estos cursos de capacitación se realizarán en 21 sedes distribuidas en las cinco parroquias que participan del programa. Las mismas son: Comunidades del Sur (Padre Pío de Pietrelcina), San Benedetto, Jesús Obrero, Nuestra Señora de Luján, de Batán y Santa Rita de Casia", explicaron desde el programa.



"Quiero alentarlos en la tarea", animó el obispo al impartir su bendición, y destacó que "se puede seguir trabajando en red, sobre todo para mejorar situaciones de vulnerabilidad".

Por su parte, Patricio Caruso explicó: "buscamos generar una red en la comunidad para gestionar así un plan de protección social. El plan es trabajar desde la cercanía con el hogar a través de una visita semanal. Buscamos con él salir de la asistencia y fortalecer la familia y el hogar logrando empoderarlo y que estén así en una mejor situación".

Alejandra García Murillo, coordinadora del programa, detalló: "Son ocho talleres con 21 sedes y cinco parroquias. Abarca las parroquias de donde son las 250 familias que van al basural. Sabemos que son más de 250, pero esperamos generar un impacto mayor que alcanzará a más familias. En estos talleres se podrá tejer también otra trama de solidaridad entre todos los que van al predio y otros que quizás no, pero están en situaciones similares. También será oportunidad de generar autoempleo pero para nosotros lo más importante es fortalecer la comunidad".

"Es importante que este programa nace del trabajo con las parroquias y hoy hay recursos para profundizar y dar respuestas. Todo esto es posible porque la Iglesia pudo visibilizar el tema del basural, que no se hablaba o quizás sí pero a nivel político, en realidad nadie iba. Fue un tiempo complicado pero ahora se va viendo que hay respuestas, la situación no es óptima pero se ha ido avanzando", referenció Ana Laura Vulcano.

Finalmente, Florencia Toledo detalló el trabajo que se está realizando para mejorar las condiciones de las personas que concurren al basural todos los días: "La gente está un poco mejor, hay baños, vestuarios, SUM ya no hay una montaña de basura. Se busca mejorar las condiciones para que los trabajadores dejen de ser cirujas y sean recicladores. El Ceamse acompañó mucho y en pasos concretos", reconoció.

"Al finalizar el proyecto Betania, se espera que la situación de las 250 familias haya mejorado, que se haya podido promover y fortalecer la vida comunitaria y que quede capacidad humana y material instalados para futuras acciones y proyectos parroquiales", anhelaron.+