Jueves 25 de abril de 2024

Mons. Buenanueva: "Creer y esperar es una forma de amar"

  • 13 de agosto, 2019
  • San Francisco (Córdoba)
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, compartió sus reflexioens sobre el Evangelio en el periódico "La Voz de San Justo". "Creer y esperar es una forma de amar y ponerse en camino hacia Dios", afirmó.
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En una nueva entrega de sus reflexiones sobre el Evangelio en el periódico "La Voz de San Justo", el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, se refirió al pasaje en que Jesús recomienda: "Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas".

Al respecto, expresó: "El lector asiduo de la Biblia reconoce estas palabras. Sí: son de Jesús, pero evocan otras más ancestrales. En esta invitación de Jesús Jesús a estar ?preparados? resuena el relato del Éxodo: la experiencia de Dios más fuerte que ha tenido Israel", recordó.

"Sólo entonces, ese pueblo olvidadizo había comenzado a comprender realmente quién era ese Dios misterioso de los padres", destacó: "El Dios que había sorprendido a Moisés hablándole desde la zarza ardiente. El que lo había conminado a poner en marcha al pueblo. Le había revelado además su nombre, también misterioso: ?Yo Soy?", continuó. "Una posible traducción de ese Nombre santo: ?Yo soy el que me voy a mostrar en el camino?".

"A ese Dios, Jesús lo llama: Abba, Padre. Él también, como Hijo, se sabe siempre en camino. Y a sus discípulos no puede dejar de invitarlos a caminar, a dejarse llevar, a abandonar toda falsa seguridad", añadió.



"El domingo pasado lo escuchamos, advirtiendo con serenidad, pero también con firmeza: ¡Cuidado con la avaricia! Mata la vida, porque mata la fraternidad. Este domingo nos invita a encarar la vida como quienes no están instalados, sino siempre en camino", explicó.

"Casi estoy tentado de decir que la fe cristiana se asemeja a la práctica del ?footing? o del ?jogging?. Inspirándonos en el gran San Agustín podríamos decirlo así: creer y esperar es una forma de amar y ponerse en camino hacia Dios", comparó.

"Y este camino nunca se transita solo, sino con otros caminantes. Y es saludable. Nos pone en forma. Nos hace bien, pues nos orientamos hacia el Bueno con mayúsculas", concluyó.+