El arzobispo emérito de Corrientes señaló que la obligación de los cristianos es "presentar a Cristo como es, sin deformaciones: el Hijo de Dios y de María; que está junto al Padre y entre nosotros".
"La insistente exhortación del divino Maestro a cumplir la voluntad del Padre incluye la renuncia a todo proyecto de vida que se oponga al Plan de Dios", recordó el arzobispo emérito de Corrientes.
"Aunque no se llegue al sacramento, Él se constituye en el alimento necesario de la vida cristiana, mediante la Palabra apostólica, que suscita y nutre la fe", aseguró el emérito de Corrientes.
El arzobispo emérito de Corrientes consideró que "el mundo necesita conocer la buena nueva de la Resurrección para llegar a concluir que no todo está perdido".