El arzobispo de Córdoba reflexionó sobre la síntesis del anuncio del Señor, y exhortó: amen a los otros, a los no amables, a los que nos cuesta amar, a los que no nos sale naturalmente.
El arzobispo de Córdoba planteó que el desafío como cristianos es "anunciar con nuestra vida que el Señor está vivo" y sugirió: "El gozo del anunciador será el elemento que de credibilidad al mensaje"
El arzobispo de Buenos Aires presidió la misa del tercer domingo de Pascua y animó a "que la resurrección vaya entrando en nuestra vida y vaya cambiando nuestro corazón y nuestra mente".
El arzobispo de Córdoba anima a levantar la mirada, "en este tiempo en el que hay tantas circunstancias para bajarla", para fijarla en el Señor, que desde la Cruz nos salva.