Francisco se reunió con jóvenes y catequistas de toda la República Democrática del Congo y los instó a no desanimarse nunca en su lucha por resistir la corrupción.
El Santo Padre recibió a los miembros del Servicio Misionero Juvenil (Sermig), asociación fundada en Turín en 1964, donde los jóvenes experimentan la fraternidad, el diálogo y la acogida.
"Dios no quiere que nos pasemos nuestros días encerrados en nosotros mismos. Nos quiere en camino, listos, involucrados", advirtió Francisco a los jóvenes de la Acción Católica italiana.
Francisco recibió a los 6.000 participantes del "Encuentro de la Educación para la paz y el cuidado", a quienes les recordó que hay que ocuparse de la paz, no solo ante las amenazas.