La Pastoral Social cordobesa alienta a la paz y la esperanza tras un "año difícil"

  • 13 de diciembre, 2018
  • Córdoba
La Pastoral Social de la arquidiócesis de Córdoba describe el 2018 como "un año difícil" y enumera algunas situaciones preocupantes de la realidad argentina y provincial. "¡No nos desanimemos frente a tanta adversidad! Sembremos paz y esperanza", pide.
La Pastoral Social de la arquidiócesis de Córdoba describe el 2018 como "un año difícil" y enumera algunas situaciones preocupantes de la realidad argentina y provincial. En un mensaje de Navidad, el equipo arquidiocesano recuerda que "la paz y la esperanza también se gestan cuando intentamos erradicar todo acto de corrupción pequeño o grande". "La esperanza es real cada vez que atendemos a las necesidades de nuestros hermanos que más sufren y que carecen de lo esencial. Hay tantas personas honestas y serviciales que no pactan con la corrupción ni con la violencia en ninguna de sus formas. Esos son verdaderos constructores de una Patria y un futuro mejor", subraya. "¡No nos desanimemos frente a tanta adversidad! Sembremos paz y esperanza? En la vida, cada uno recogerá lo que sembró?", sostiene. La Pastoral Social cordobesa afirma que "aún en aquellas situaciones de mayor oscuridad, sufrimiento y dolor, Dios está" y desea "una feliz Navidad y un mejor 2019, cargado de paz y esperanza". Texto del mensaje Estamos transitando un tiempo difícil, somos testigos de la crisis que atraviesa nuestro país. Hay hermanos que no la están pasando para nada bien? Valoramos y agradecemos a todos los que siempre y particularmente en tiempos difíciles y de crisis muestran su costado solidario, servicial y generoso. Tantos ciudadanos que cada día dan lo mejor de sí para lograr una sociedad donde nadie quede excluido ni postergado. Así también destacamos como valorable y positiva la iniciativa de un "Pacto de responsabilidad ciudadana" propuesta por el Comipaz. También somos testigos de una sociedad crispada, angustiada, impotente, agresiva y muchas veces violentada y violenta por situaciones de pobreza, injusticia y corrupción que nos golpean cotidianamente. Hiere nuestra sociedad, esa carga de violencia que se expresa en la calle, en las redes sociales, en los medios de comunicación, en el destrato, en el poco aprecio por la vida del otro, en la falta de tolerancia. Violencia verbal y gestual que lamentablemente muchas veces parte de declaraciones o actitudes de quienes nos tienen que dar el ejemplo. ¡Ningún tipo de violencia se puede justificar nunca! Alentamos a la sociedad toda a seguir apostando tenazmente por la paz y la esperanza agotando los canales institucionales y las instancias de diálogo en pos de favorecer y afianzar la verdad, la justicia y el bien común. La paz y la esperanza también se gestan cuando intentamos erradicar todo acto de corrupción pequeño o grande. La esperanza es real cada vez que atendemos a las necesidades de nuestros hermanos que más sufren y que carecen de lo esencial. Hay tantas personas honestas y serviciales que no pactan con la corrupción ni con la violencia en ninguna de sus formas. Esos son verdaderos constructores de una Patria y un futuro mejor. ¡No nos desanimemos frente a tanta adversidad! Sembremos paz y esperanza? En la vida, cada uno recogerá lo que sembró? Nosotros los creyentes, ponemos nuestra esperanza en Dios nuestro Padre que nos ama y que nunca abandona a su Pueblo. Aún en aquellas situaciones de mayor oscuridad, sufrimiento y dolor, Dios está? "el pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz?" Les deseamos una feliz Navidad y un mejor 2019, cargado de paz y esperanza? Informes: www.arzobispadocba.org.ar.+