El próximo viernes 8 de febrero a las 17:30 se celebrará una misa en la catedral de Buenos Aires en adhesión a la Jornada Internacional de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas. Estará a cargo del cardenal Vicent Nichols, arzobispo de Westminster, presidente del Episcopado de Inglaterra y Gales y del grupo Santa Marta, creado por el papa Francisco para la lucha contra esta forma de esclavitud moderna.
El próximo viernes 8 de febrero a las 17:30 se celebrará una misa en la catedral de Buenos Aires en adhesión a la Jornada Internacional de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas.
La Eucaristía será presidida por el cardenal Vicent Nichols, arzobispo de Westminster, presidente del Episcopado de Inglaterra y Gales y del grupo Santa Marta, creado por el papa Francisco para la lucha contra la trata de personas.
El Papa estableció que se celebre la Jornada Internacional de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas a partir del testimonio de Santa Josefina Bakhita, nacida en la región de Darfur, en Sudán, secuestrada y vendida cuando tenía nueve años por traficantes de esclavos.
Al referirse a la santa, cuya fiesta litúrgica es el 8 de febrero, Francisco expresó que ella "es hoy un testigo ejemplar de esperanza para las numerosas víctimas de la esclavitud y un apoyo en los esfuerzos de todos aquellos que se dedican a luchar contra esta ?llaga en el cuerpo de la humanidad contemporánea, una herida en la carne de Cristo?".
La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes invitó a buscar un tiempo de reflexión que motive a realizar gestos de fraternidad con los que se encuentran en un estado de sometimiento.
Asimismo, pidió dejarse interpelar, desde las enseñanzas y gestos del papa Francisco, "cuando encontramos o tratamos en la vida cotidiana con víctimas de la trata de personas, o cuando tenemos que elegir productos que con probabilidad podrían haber sido realizados mediante la explotación de otras personas".
El organismo episcopal llamó también a un tiempo de oración en el que se pueda rezar con Santa Josefina Bakhita al Dios de la Misericordia "para que sean quitadas las cadenas de todo cautiverio (?) que libere a todos aquellos que han sido amenazados, heridos o maltratados por la trata y tráfico de personas (?) que brinde alivio a los que sobreviven esta esclavitud y les enseñe a ver a Jesús como modelo de fe y esperanza y así puedan sanar sus heridas"
"Qué María, Madre de los Migrantes, abra nuestros ojos para mirar las miserias y las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de su dignidad y de su libertad y nos ayude a escuchar sus gritos de auxilio", concluye la comisión.
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