El Papa no olvida a las víctimas del derrumbe del Puente Morandi

  • 13 de agosto, 2019
  • Ciudad del Vaticano
"Quiero decirles que no los olvidé, que recé y rezo por las víctimas, por sus familias, por los heridos, por los desplazados, por todos ustedes, por Génova", escribió el papa Francisco en una carta enviada al periódico genovés "Il Secolo XIX", a casi un año desde el derrumbe del Puente Morandi que mató a 43 personas en la ciudad italiana de Génova.
"Quiero decirles que no los olvidé, que recé y rezo por las víctimas, por sus familias, por los heridos, por los desplazados, por todos ustedes, por Génova", escribió el papa Francisco en una carta enviada al periódico genovés "Il Secolo XIX", a casi un año desde el derrumbe del Puente Morandi que mató a 43 personas en la ciudad italiana de Génova. El pontífice recuerda los momentos dramáticos experimentados por "familias que se fueron o regresaron de vacaciones, hombres y mujeres que viajaban por trabajo". El Papa no olvida ese momento trágico y asegura su propia oración. "Frente a acontecimientos de este tipo, el dolor causado por las pérdidas sufridas es insoportable y no es fácil de aliviar, también es comprensible el sentimiento de no resignación ante un desastre que podría haberse evitado." El Papa escribe que él no tiene "respuestas preparadas" porque ante ciertas situaciones "las palabras humanas son inadecuadas". "No tengo respuestas, porque después de estas tragedias hay que llorar, permanecer en silencio, preguntarnos sobre la razón de la fragilidad de lo que construimos y, sobre todo, rezar". Por otra parte Francisco anima a los genoveses a no dejar "que las vicisitudes de la vida rompan los lazos que tejen tu comunidad, que borren la memoria de lo que hizo su historia, tan importante y significativa" y añade: "Siempre que pienso en Génova pienso en el puerto. Pienso en el lugar de donde partió mi padre. Pienso en el esfuerzo diario, la testaruda voluntad y las esperanzas de los genoveses". Ante esta cercanía al dolor, el pontífice invita a contemplar a Dios como "una cercanía, una presencia que nos acompaña, que no nos deja solos". "Miremos a Él, confiémosle nuestras preguntas, nuestro dolor, nuestra ira", recomienda el Papa. Somos hombres y mujeres llenos de defectos y debilidades, pero tenemos un Padre Misericordioso al que acudir, un Hijo crucificado y resucitado que camina con nosotros, el Espíritu Santo que nos ayuda y nos acompaña. Tenemos una Madre en el cielo que continúa extendiendo su manto sobre nosotros sin abandonarnos. Los gestos de solidaridad ante la adversidad En su texto, Francisco también alaba los "grandes gestos de solidaridad" de los genoveses tras la tragedia cuando han sabido "estar al lado de los más necesitados". "Cuanto más conscientes somos de nuestra debilidad, de la precariedad de nuestra condición humana, más redescubrimos la belleza de las relaciones humanas, de los lazos que nos unen, como familias, comunidades, sociedad civil", escribe el Papa. "Después de una gran tragedia ?concluye el texto del pontífice- que ha herido a sus familias y su ciudad, han podido reaccionar, levantarse, mirar hacia adelante. No pierdan la esperanza, no dejen que se la roben. Continúen apoyando a los más afectados". +