Mons. Martínez Perea agradece a la comunidad diocesana de San Luis
- 9 de junio, 2020
- San Luis (AICA)
El obispo emérito de San Luis, monseñor Pedro Martínez Perea, difundió un agradecimiento y un consejo a la comunidad, tras conocerse la noticia de que el Papa le aceptó la renuncia.
El obispo emérito y administrador apostólico de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea, difundió un agradecimiento y un consejo a la comunidad, tras conocerse la noticia de que el papa Francisco le aceptó la renuncia al gobierno pastoral de esta jurisdicción eclesiástica.
En una entrevista publicada en Facebook, el prelado dijo que fue un “desayuno episcopal” para la diócesis y definió la noticia como “particular” y “fuerte”, pero no atribuyó la decisión papal a ninguna “motivación” o “problema” en particular.
“Son decisiones que se van hablando en la pastoral, a través de un diálogo fecundo y sereno con la Santa Sede, y me ha parecido mejor”, afirmó, y graficó: “El obispo firma como un cheque en blanco y el Papa le pone la cantidad (de años de su misión)”.
Monseñor Martínez Perea animó a la comunidad a prepararse para recibir al nuevo obispo, monseñor Gabriel Barba, a quien definió como “muy cercano” a la gente y “con cualidades para los medios” de comunicación. Y aseguró: “Le va a tocar una diócesis tan linda”.
El prelado pidió a los niños que “no pierdan la inocencia”, a los jóvenes que “sigan contagiando ideales” y a los cristianos que “sepan rezar y vivir la vida cristiana como jóvenes”.
“No se dejen seducir por el mundo, los tira para abajo. La gracia los lleva para arriba. Además es tan lindo el amor puro, la entrega, la amistad fiel. No abandonen ciertos valores que ustedes saben y sigan como son sinceros. Si se equivocan, reconozcan: me equivoque, y cambio”, subrayó.
El obispo emérito agradeció a los colegios de todos los parajes de la diócesis y tuvo un recuerdo especial de los adoradores de las capillas de adoración: “Es lo más lindo de la diócesis, que haya gente que pone en su trono a Jesús Eucaristía. ¡Qué bien hacen a la Iglesia! ¡Cuánto apostolado encerrado en esas cuatro paredes!”.
Asimismo, agradeció a los seminaristas y formadores, a los intendentes, a los gobernadores provinciales y a todos los que lo acompañaron en estos años de tarea pastoral.
Por último, monseñor Martínez Perea dejó un consejo a la comunidad diocesana: “No se peleen, somos distintos, tenemos tantas diferencias, pero llevémoslas en paz. Lo lindo de San Luis es que vivimos en paz, que todos los conflictos puedan llevarse en serenidad”.+