Mons. Lozano: 'El sepulcro vacío de muerte está derramando vida'

  • 31 de marzo, 2024
  • San Juan (AICA)
"Estamos impulsados a renovar al menos el deseo que me empuja a cambiar, a iluminar mi vida y el mundo", recordó el arzobispo de San Juan de Cuyo en su reflexión pascual.

Monseñor Jorge Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, relató el modo cómo las mujeres y los discípulos vivenciaron el hecho de encontrar el sepulcro vacío.

“Una enseñanza que nos deja entrever San Juan es que hace falta dejarse llevar por el amor para llegar a la fe en la Resurrección”, expresó en su mensaje semanal dedicado a la Pascua.

El arzobispo sanjuanino contó que “en estos días recibió testimonios hermosos de encuentros con Cristo Vivo en peregrinos en los santuarios, en gente que participa en las celebraciones de la Semana Santa, catequistas, docentes”.

“También en quienes se acercan a recibir la comunión en la misa, e incluso en quienes no pueden comulgar. Hay una certeza simple y clara de la vida nueva de Jesús”, agregó.

“Accedemos a la fe en la Pascua abriendo el corazón a la Palabra revelada que ilumina nuestra vida. Los acontecimientos que estamos celebrando son el cumplimiento de los anuncios realizados por los profetas y el mismo Jesús; no son producto del azar. En varias ocasiones (antes y después de la Pascua) los Evangelios se encargan de mostrar esto”, indicó.

Monseñor Lozano consideró que “es bueno acudir cada uno a su propia experiencia de novedad. Estamos impulsados a renovar al menos el deseo que me empuja a cambiar, a iluminar mi vida y el mundo”.

“Mejorar una relación por medio del perdón, dejar algún vicio, donar tiempo y dinero, volver a estudiar, vencer la sensualidad, la avaricia, la autorreferencialidad. Crecer en la oración, ser más piadoso. Asumir un compromiso con la comunidad o con el barrio”, puntualizó.

“El signo más elocuente de muerte que tenemos hoy es la guerra. Ucrania, Israel, son heridas abiertas en el corazón de Jesús que nos ama como familia suya. El horror y el drama, el miedo y la impotencia no deben ser experiencia cotidiana en ningún pueblo. Reforcemos la oración por la paz”, pidió.

Y finalizó, afirmando: “Es cierta la promesa ‘yo hago nuevas todas las cosas’ que está en la Biblia. Contemplemos a la Virgen María. Nos dice el Papa Francisco que ‘ella, con el poder del Resucitado, quiere parir un mundo nuevo, donde todos seamos hermanos, donde haya lugar para cada descartado de nuestras sociedades, donde resplandezcan la justicia y la paz’”.+