Domingo 28 de abril de 2024

El cardenal Parolin pide una "paz justa" para Ucrania

  • 7 de julio, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Secretario de Estado reiteró que "no podemos resignarnos a la deriva de la guerra" y animó a "recuperar el espíritu que animó a la comunidad internacional después de la Segunda Guerra Mundial".
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“Pasamos de la Guerra Fría a la III Guerra Mundial a pedazos, como le gusta decir al Santo Padre, pero evidentemente la guerra es siempre una oposición entre personas, entre grupos, entre Estados, entre continentes, y por eso hoy asistimos a un resurgimiento de grupos opuestos”, advirtió el cardenal Pietro Parolin en una entrevista concedida a la RAI.

El Secretario de Estado del Vaticano hizo un balance de la misión de paz del cardenal Matteo Zuppi, enviado especial del Papa, primero a Kiev y después a Moscú. También abordó el tema de los migrantes y refugiados, pidiendo además la protección a la libertad religiosa allí donde siguen fenómenos de persecución.

El cardenal Parolin pidió recuperar el espíritu que “animó a la comunidad internacional inmediatamente después de la II Guerra Mundial, que luego desembocó en el proceso de Helsinki y en sus sucesivas declaraciones. Hay que redescubrir esas esperanzas y esos ideales, que allí estaban presentes de manera muy fuerte, entre otras cosas como consecuencia de la experiencia de la guerra, y que permitieron reconstruir el tejido de las relaciones internacionales”.

Preguntado sobre la misión del cardenal Zuppi y los próximos pasos a seguir, Parolin respondió que tiene claro que fue “una misión muy importante”: “La misión a Moscú formaba parte de la iniciativa global propuesta por el Papa Francisco”, afirmó.

La misión del cardenal Zuppi
La misión “se centró sobre todo en el aspecto humanitario: el intercambio de prisioneros y la repatriación de niños, y esto requería una interlocución con Moscú. Yo diría que, en este punto, las cosas fueron bastante bien, en el sentido de que el cardenal pudo ver a Ushakov, al representante del presidente y también a la señora Belova. De hecho, hubo dos reuniones con Ushakov, lo que significa que esta atención, esta voluntad y este interés de la Santa Sede han sido recibidos por la parte rusa”, subrayó Parolin.

Sobre los próximos pasos, el cardenal italiano declaró que ahora habrá “que encontrar mecanismos para incrementar, para aplicar estas conclusiones a las que se ha llegado, probablemente con la ayuda de alguna organización internacional que permita poner en práctica estos resultados”.

La vuelta de los niños a Ucrania
La vuelta de los niños sigue siendo una incógnita: “No sé ahora en qué cantidad y en qué medida. Para nosotros, esto es importante, porque estos gestos humanitarios también pueden ser vías y caminos que conduzcan a la paz. Por eso se hace tanto hincapié en esta dimensión humanitaria, también como ayuda para poner fin a la guerra”.

Hace 60 años, se publicó la encíclica Pacem in terris de san Juan XXIII, donde se señalaban la verdad, la justicia, la libertad y la caridad como los pilares sobre los que debía asentarse la paz. Estos mismos pilares son los que necesita la paz en Ucrania: “Sin estos pilares, toda construcción corre el riesgo de ser efímera y de caerse a la primera sacudida, a las primeras dificultades. Creo que la verdad significa reconocer los derechos mutuos y también los deberes mutuos. Significa, sobre todo, tener en cuenta la dignidad de las personas. Y luego salvaguardar el derecho internacional, que es fundamental”.

Asimismo, Parolin tiene claro que la ONU necesita una reforma: “Se trata realmente de un fortalecimiento de la ONU y de las organizaciones internacionales. Un fortalecimiento en el sentido de que todos los Estados miembros sepan actuar con un espíritu orientado hacia el bien común de la humanidad. Es el concepto de la familia de naciones. Por lo tanto, una ONU en la que no prevalezcan los intereses específicos y particulares, en la que no prevalezcan las ideologías. Una ONU donde se respete la dignidad de cada Estado sin que prevalezcan los Estados más fuertes. Una ONU que tenga la capacidad de prevenir y resolver conflictos, a través de los mecanismos adecuados para ello”.+