El administrador diocesano de Mar del Plata animó, "ante el silencio o el aparente silencio de Dios, a insistir, ser perseverantes en nuestro ruego, súplica e intercesión, como la mujer cananea".
El administrador apostólico de Mar del Plata manifestó que a pesar de que "muchas veces experimentamos que nos hundimos, Jesús siempre se acerca en medio de las tormentas de la vida".
El obispo de Mar del Plata y arzobispo electo de La Plata animó a que "podamos siempre escuchar a Dios, para crecer en una escucha empática con nuestros hermanos".
El obispo de Mar del Plata dijo que esa inversión se relaciona con los "valores del Reino que nos desafían en la verdad, la justicia, la auténtica religiosidad, el perdón, el compromiso y el diálogo".