En un telegrama firmado por el Card. Parolin y enviado al presidente chino Xi Jinping, el Papa aseguró sus oraciones "por los desaparecidos y por el consuelo de los que lloran su pérdida".
Las normas se aplican a misas, sermones, formación y todos los servicios de información religiosa. Las celebraciones navideñas son consideradas, una amenaza "occidental" para la cultura china.
El obispo de Wenzhou, Mons. Shao Zhumin, fue secuestrado ayer, según fuentes locales "para lavarle el cerebro y obligarlo a unirse a la iglesia "oficial" que controla el Partido Comunista Chino.
Aún se desconoce el paradero del obispo de Xinxiang (Henan), monseñor Joseph Zhang Weizhu, detenido en mayo junto con 10 sacerdotes y otros tantos seminaristas que ya fueron liberados.