"No hay nada más grande y más fecundo que el amor", aseguró el Papa. "El amor confiere a la persona toda su dignidad, mientras que el odio y la venganza disminuyen, degradan la belleza de la criatura hecha a imagen de Dios", expresó el papa Francisco este domingo 24 de febrero, al asomarse a la ventana del Palacio Apostólico para rezar con los fieles congregados en la Plaza de San Pedro el rezo del Ángelus.
A la hora del Ángelus de este domingo 17 de febrero, el Santo Padre asomó a la ventana del Palacio Apostólico para realizar con los fieles congregados en la Plaza de San Pedro la oración mariana. Francisco reflexionó previamente sobre la página del Evangelio de san Lucas de este domingo que presenta cuatro Bienaventuranzas, y explicó que "nos exhorta a reflexionar sobre el significado profundo de tener fe, que consiste en confiar totalmente en el Señor. Se trata, dijo el Papa, de "derribar los ídolos mundanos para abrir el corazón al Dios vivo y verdadero; Solo él puede dar a nuestra existencia la plenitud tan deseada y difícil de lograr".
Tras rezar el Ángelus, el papa Francisco hizo un llamamiento a las partes interesadas y a la comunidad internacional para favorecer con urgencia el cumplimiento de los acuerdos alcanzados, garantizar la distribución de alimentos y trabajar por el bien de la población.
"El mundo necesita ver en los discípulos del Señor profetas, es decir, personas valientes y perseverantes en responder a la vocación cristiana. Personas que siguen el ´empuje´ del Espíritu Santo, que los envía para proclamar esperanza y salvación a los pobres y excluidos", dijo el papa Francisco al dirigirse a los fieles reunidos en la Plaza del San Pedro para el rezó del Ángelus.