El Papa confesó a cinco jóvenes en el Parque Quinta da Boa Vista

  • 26 de julio, 2013
  • Río de Janeiro (Brasil)
El papa Francisco confesó hoy, viernes 26 de julio, en el parque Quinta da Boa Vista, de Río de Janeiro, a cinco jóvenes, tres muchachos y dos muchachas, en el acto más íntimo y reservado de los programados durante la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud. Francisco se une así a la tradición comenzada por Benedicto XVI, que en la JMJ de Madrid de 2011 también confesó a cuatro chicos, dos hombres y dos mujeres, en el Parque del Retiro de la capital española.
El papa Francisco confesó hoy, viernes 26 de julio, en el parque Quinta da Boa Vista, de Río de Janeiro, a cinco jóvenes, tres muchachos y dos muchachas, en el acto más íntimo y reservado de los programados durante la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud. Francisco se une así a la tradición comenzada por Benedicto XVI, que en la JMJ de Madrid de 2011 también confesó a cuatro chicos, dos hombres y dos mujeres, en el Parque del Retiro de la capital española. En el parque Quinta da Boa Vista están instalados 50 confesionarios para que los jóvenes que asisten a la JMJ puedan confesarse en la que ya se conoce como "fiesta del perdón". Uno de esos 50 ocupó Francisco. El confesionario fue colocado en un lugar reservado del parque para respetar la privacidad del encuentro con los cinco jóvenes. Los jóvenes eran de lengua española, portuguesa e italiana. Los confesionarios, diseñados por el arquitecto español Ignacio Íñiguez de Onzono, son de madera blanca y reproducen la forma de la estatua del Cristo Redentor del Corcovado, de Río de Janeiro. En el parque Quinta da Boa Vista se realiza en estos días la "Feria de las Vocaciones", importante acto que implica a las congregaciones religiosas. Participan 150 comunidades y congregaciones religiosas cada una con sus identificaciones características. El coordinador de la iniciativa, el sacerdote Leonardo Lopes, afirmó que el objetivo es invitar a todos los que visitan la feria religiosa a que se pregunten "cuál es el diseño de Dios para ellos". Además de los pabellones de las congregaciones, en el parque Quinta da Boa Vista también se levantó otro para que se pueda adorar el Santísimo Sacramento, así como zonas deportivas, musicales y de restauración. Después de las confesiones en el parque Quinta da Boa Vista, el santo padre se dirigió en coche al palacio de São Joaquim, sede del arzobispado de Río de Janeiro, donde fue recibido a su llegada por el arzobispo monseñor Orani João Tempesta. En la sede arzobispal carioca el Papa tuvo un breve encuentro reservado con ocho jóvenes presos, acompañados de algunos asistentes. Después, el Santo Padre y el arzobispo se dirigieron a la capilla donde se encontraban reunidas las hermanas de la Residencia. Después rezó el ángelus desde el balcón central del palacio arzobispal, y tras la oración mariana el papa Francisco se encontró con los 20 miembros del Comité Organizativo Local (COL) y los 10 grandes patrocinadores y benefactores de la JMJ. El Papa finalizó la mañana almorzando con 12 jóvenes de varias nacionalidades: un joven y una joven por cada continente y un chico y una chica brasileños. Este quinto día del papa Francisco en Río había comenzado muy temprano a las 7.30 cuando celebró una misa en la Residencia de Sumaré en la que concelebraron algunos padres jesuitas. En su homilía el santo padre pidió "que el Señor bendiga a nuestros abuelos" y nos permita "envejecer con sabiduría". Tener la sabiduría de sentirse un "eslabón de la cadena" de la historia del mundo, añadió."¡Qué sea como el buen vino, que cuando envejece mejora! ¡Que Dios nos dé la gracia de envejecer con sabiduría, de envejecer con dignidad". La Jornada culminará cuando Francisco presida en la playa de Copacabana el tradicional Vía Crucis de la Jornada Mundial de la Juventud, uno de los momentos más significativos de esta gran celebración de la juventud.+