Ángelus: La vida subsiste donde hay un vínculo, comunión y hermandad

  • 10 de noviembre, 2019
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Reflexión del Santo Padre antes del rezo del Ángelus

“Vida, muerte, nada, resurrección”, son los temas a los que el Papa hizo mención en sus palabras. Ante la duda que toca al hombre de todos los tiempos y también a nosotros: “Después de esta peregrinación terrenal, ¿qué será de nuestra vida? ¿Pertenecerá a la nada, a la muerte?”

El Papa respondió tomando la página del Evangelio que la Liturgia ofrece para hoy “una maravillosa enseñanza de Jesús sobre la resurrección de los muertos” a la “pregunta insidiosa” de los saduceos, que “no creían en la resurrección”, explicó el pontífice.

Con su respuesta, subrayó Francisco, “Jesús, en primer lugar, invita a sus interlocutores, y también a nosotros, a pensar que esta dimensión terrenal en la que vivimos ahora no es la única, sino que hay otra, que ya no está sujeta a muerte, en la que se manifestará plenamente que somos hijos de Dios. Esta clara certeza de Jesús sobre la resurrección se basa completamente en la fidelidad de Dios, que es el Dios de la vida”.

En cuanto a la duda (“¿qué será de nuestra vida?”), “Jesús responde que la vida le pertenece a Dios, que nos ama y se preocupa tanto por nosotros, hasta el punto de unir su nombre al nuestro: “el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Dios no es de los muertos, sino de los vivos; porque todos viven para Él”. ¡Aquí está la sabiduría que ninguna ciencia puede dar!”.

“Aquí, añadió, se revela el misterio de la resurrección, porque se revela el misterio de la vida: la vida subsiste donde hay un vínculo, comunión, hermandad; y es una vida más fuerte que la muerte cuando se basa en verdaderas relaciones y lazos de fidelidad”. Por el contrario, no hay vida en la que uno afirme pertenecer solo a uno mismo y vivir como islas: en estas actitudes prevalece la muerte. De hecho, la resurrección no es solo el hecho de resucitar después de la muerte, sino que es un nuevo tipo de vida que ya podemos experimentar ahora”.

Después de la oración mariana, el Papa recordó la beatificación que tuvo lugar en Granada (España) de María Emilia Riquelme y Zayas, fundadora de las Hermanas Misioneras del Santísimo Sacramento y de María Inmaculada y la canonización de San Bartolomé Fernandes de los mártires, en Braga (Portugal). +