Construir un mundo más justo y pacífico, pidió Francisco a nuevos embajadores

  • 19 de diciembre, 2019
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Nuevos embajadores acreditados ante la Santa Sede de Seychelles, Malí, Andorra, Kenia, Letonia y Níg

“Que su misión contribuya también a la construcción de un mundo más justo y pacífico”, pidió el Santo Padre a los nuevos embajadores acreditados ante la Santa Sede de Seychelles, Malí, Andorra, Kenia, Letonia y Níger durante la presentación de sus cartas credenciales.

A los nuevos embajadores de estos países, el Santo Padre les expresó sus saludos y pidió que transmitan sus sentimientos de estima a sus respectivos Jefes de Estado, junto con la seguridad de sus oraciones por ellos y por sus conciudadanos.

“Nuestro encuentro de hoy –afirmó el pontífice– tiene lugar mientras los cristianos de todo el mundo se preparan para celebrar el nacimiento de Aquel a quien nos dirigimos como Príncipe de la Paz”. Es por ello que el Papa recordó que, la paz es la aspiración de toda la familia humana y citando su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2020, dijo que la paz “es un camino de esperanza, que incluye, entre otras cosas, el diálogo, la reconciliación y la conversión ecológica”.

En la actualidad, evidenció el papa Francisco, en un mundo marcado tristemente por conflictos civiles, regionales e internacionales, por divisiones sociales y desigualdades, es esencial entablar un diálogo constructivo y creativo basado en la honestidad y en la verdad, con el objetivo de promover una mayor solidaridad fraterna entre los individuos y dentro de la comunidad mundial.

La Iglesia Católica por su parte, “se compromete a colaborar con cada ente responsable de promover el bien de toda persona y de todos los pueblos. Espero fervientemente que su misión contribuya no sólo a la consolidación de las buenas relaciones existentes entre sus países y la Santa Sede, sino también a la construcción de un mundo más justo y pacífico en el que la vida humana, la dignidad y los derechos sean respetados y valorados”, alentó Francisco.

En este sentido, el Santo Padre señaló que el camino hacia la paz comienza con la apertura a la reconciliación. Para ello, dijo, es necesario dejar de lado la indiferencia y el miedo, sólo así puede crecer y prosperar un verdadero clima de respeto mutuo.

“Esto, a su vez, conduce al desarrollo de una cultura de inclusión, un sistema económico más justo y diversas oportunidades para la participación de todos en la vida social y política. Su presencia aquí es signo de la resolución de los países que representan y de la Comunidad Internacional en su conjunto en el afrontar las situaciones de injusticia, discriminación, pobreza y desigualdad que afligen a nuestro mundo y amenazan las esperanzas y aspiraciones de las generaciones futuras”.

Asimismo, el Santo Padre advirtió que muchas veces vemos que la paz es obstaculizada por la falta de respeto por nuestra Casa Común y, en particular, por la explotación abusiva de los recursos naturales, vistos sólo como una fuente de beneficios inmediatos, sin tener en cuenta los costos que esto implica para las comunidades locales y para la propia naturaleza.+