Mons. Collazuol animó a "contemplar, servir y anunciar la obra de Jesús" a imagen de María

  • 9 de septiembre, 2019
  • Concordia (Entre Ríos) (AICA)
Peregrinación y fiestas patronales en honor de María Inmaculada de la Concordia

El obispo de Concordia, monseñor Luis Armando Collazuol, presidió el 8 de septiembre en el anfiteatro Juancho Garcilazo, la misa central en el marco de las fiestas patronales en honor de María Inmaculada de la Concordia.

En su homilía, el obispo destacó: “¡Jesús es el Señor, es nuestro Salvador! Sólo en Él encontramos la plenitud de Vida que nuestros corazones ansían. Éste es el Misterio de Dios que ha dejado de ser ‘secreto’ porque Jesús lo ha revelado y realizado: ‘Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas’. ‘Yo he venido para que las ovejas tengan vida, y la tengan en abundancia’”, recordó.

“¡Qué bueno es saber que, en Cristo, Dios viene a nuestro encuentro! Nuestro caminar cristiano parte de este encuentro… o mejor, de dejarnos encontrar por Cristo”, señaló monseñor Collazuol. “Contemplemos hoy el Misterio anunciado, cuando nos hemos reunido como comunidad diocesana para celebrar a nuestra madre y patrona, María Inmaculada de la Concordia”, animó.

“En la Santísima Virgen brilla con todo su esplendor el Misterio proclamado. Ella es la primera en recibir el ‘secreto’ de Dios, es la primera en quien lo anunciado se realiza, y es aquella en quien el Misterio se realiza del modo más pleno”.

“Su fe obediente plasma cada instante de su existencia según la iniciativa de Dios. Virgen a la escucha, es la primera en recibir la revelación del ‘secreto’ divino: ‘No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo’. Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que sería la Madre de Dios”, destacó el obispo.
 



“Toda la vida de la Virgen María está inmersa en el Misterio de Cristo. Ella lleva a Jesús en su seno, con José lo ayuda a crecer, lo sigue como su discípula más fiel, su corazón se hace uno con Él en la Pascua redentora, es ya feliz con Él en la alabanza de su gloria”, continuó.

“Todo lo vive María en la obediencia de la fe y en su entrega de amor. Permanece siempre en plena sintonía con la Palabra divina, y conserva en su corazón los acontecimientos de su Hijo. Desde la Anunciación hasta Pentecostés, se nos presenta como mujer enteramente disponible a la voluntad de Dios”, sostuvo.

En ese sentido, consideró que “lo que Dios obró en María anticipadamente y de un modo pleno desde su Concepción Inmaculada, lo obra en nosotros paso a paso, gradualmente. Pero en su esencia es la misma vida divina que se nos ofrece y comunica desde el Bautismo, la vida que ha nacido para todos los hombres a partir del nacimiento del Hijo de Dios hecho hombre”.

“Con María, también nosotros nos alegramos en el Señor. La escucha de este misterio inefable debe llevarnos a regresar hoy desde aquí a las cosas cotidianas con el corazón transformado. Lo que el Padre manifestó en Cristo y realizó en María, quiere cumplirlo también en cada uno de nosotros por el don del Espíritu Santo”, añadió.

Finalmente, el prelado pidió a la Virgen “que acompañe e inspire nuestro camino pastoral diocesano”, y suplicó al Padre “el don del Espíritu Santo para que, como María, sepamos contemplar, servir y anunciar la obra de Jesús para la salvación de todos”.

“Oremos por nuestra Patria. Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos el alivio y la fortaleza que vienen de Jesucristo, Señor de la historia. Pero oremos sabiendo que lo que pedimos requiere de nuestro esfuerzo y el de todos. Oremos ofreciendo nuestro compromiso cotidiano por el trabajo honesto, la educación de excelencia que incluya a todos, la custodia de toda vida, el cuidado atento de la familia, la solidaridad privilegiando a los pobres, la cercanía misericordiosa a los más débiles, la protección de la casa común, el diálogo que construye la paz”, exhortó.

Finalizada la misa se realizó la tradicional procesión por las calles de la ciudad con la imagen histórica de María Inmaculada de la Concordia, único lugar en el mundo donde se venera a la Virgen María bajo esta advocación.+

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