Lamentaron el exceso de estruendo en una celebración religiosa de Mar del Plata

"No estaba en los planes de la celebración de la Virgen della Scala"

El obispado de Mar del Plata expresó en un comunicado que “los festejos con estruendo fue un exceso que no estaba en los planes de la celebración de la Virgen della Scala”.

“Queremos ser respetuosos de las reglamentaciones municipales y en tal sentido ratificamos que el obispo Gabriel Mestre ya había formulado la decisión de no permitir el uso de estruendo en ninguna actividad de la diócesis”, recordó.

En tanto, el presbítero Miguel Cacciutto, párroco de la Sagrada Familia, que organiza el festejo anual junto con la comunidad, manifestó “habíamos planificado un cierre de la fiesta con luces de bengala, pero sin ruidos, conforme lo había ordenado expresamente el Obispo”.

“Pero, sobre el final de la procesión, ya en la banquina del puerto y lejos de la parroquia, se utilizaron elementos pirotécnicos que no estaban en nuestro acuerdo inicial y generaron nuestro total desagrado en la Iglesia”, agregó.

Como es tradicional, miles de personas festejaron y marcharon por las principales calles portuarias el pasado domingo a la noche, partiendo desde la parroquia Sagrada Familia de Mar del Plata, y como cierre de la procesión en homenaje a la Virgen de la Scala, hubo un show de fuegos artificiales que marplatenses y turistas disfrutaron en la Banquina del Puerto y que generaron la airosa protesta de la diócesis y la comunidad.

Advocación mariana histórica
Su advocación tiene origen en Sicilia, cuando los vecinos rendían culto a la Virgen frente a la erupción del Etna o los maremotos. Los inmigrantes, una vez asentados en el Puerto de Mar del Plata, estos autodenominados scalotos comenzaron a hacer lo que mejor que ellos sabían, pescar. Aún así, nunca se olvidaron de sus familias, de su patria, de su amada Virgen.

El nombre de su pueblo, Santa María La Scala, jamás se borró de sus corazones, y los lazos con sus familias y con la misma Iglesia nunca llegaron a quebrarse.

Al instalarse en el puerto marplantense y al estar todos reunidos nuevamente, la Virgen volvió a golpear la puerta de los corazones de cada uno de sus hijos, haciendo que finalmente, el último domingo de agosto de 1950, se realizara la primera misa en honor a su Madre; y solo dos años más tarde, la primera procesión.

Desde hace 64 años que la fiesta de María SS. della Scala se viene realizando en la ciudad de Mar del Plata. Hoy ya no solo acuden a ella los hijos de aquel barrio de pescadores, sino también toda la colonia pesquera marplatense que se siente protegida por su advocación.

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