Francisco alienta la defensa de la vida en Reino Unido

  • 24 de julio, 2015
  • Ciudad del Vaticano
El próximo domingo 26 de julio se celebrará en el Reino Unido la Jornada de la Vida. El papa Francisco envió un mensaje de saludo e impartió su bendición apostólica a todas las personas que participan de esta actividad, que tiene por lema "Cultivar la vida, aceptar la muerte", a pocas semanas de que se trate una ley.
El próximo domingo 26 de julio, memoria litúrgica de los santos Joaquín y Ana, se celebrará en el Reino Unido la Jornada de la vida, organizada por la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales. La iniciativa de este año está dedicada al final de la vida y tiene por tema "Cultivar la vida, aceptar la muerte". El papa Francisco envió un mensaje de saludo dirigido al nuncio apostólico en Gran Bretaña, monseñor Antonio Mennini, quien lo entregó al obispo auxiliar de Westminster y encargado de esta jornada, monseñor John Sherrington. El Santo Padre impartió su bendición apostólica "a todas las personas que participan en un evento tan significativo y a quienes trabajan, de diferentes maneras, en la promoción de la dignidad de toda persona humana desde el momento de su concepción y hasta su muerte natural". El tema elegido para esta edición de la Jornada de la Vida se coloca en el ámbito de la campaña de sensibilización organizada por los obispos con vistas al debate y al voto de la Cámara de los Comunes acerca del proyecto de ley sobre el suicidio asistido, previsto para el próximo 11 de septiembre. La propuesta por ser debatida, según Radio Vaticana permitiría a los enfermos terminales adultos la elección de poner fin a su propia vida con asistencia médica específica. Los médicos podrían suministrar fármacos letales a los enfermos terminales que lo soliciten. En el Mensaje para la Jornada de la vida de este año, difundido el pasado mes de junio, los obispos ingleses y galeses reafirman dos puntos firmes para la Iglesia sobre el fin de la vida: que es un error "acelerar o provocar la muerte", porque "Dios nos llamará a su debido tiempo", y el rechazo al encarnizamiento terapéutico "cuando los tratamientos no surten efecto, o incluso dañan a los pacientes".+