Mons. Sánchez a las mujeres: "Gracias por engendrar vida, protegerla y hacerla crecer"

  • 9 de marzo, 2020
  • San Miguel de Tucumán (AICA)
Una multitud, estimada en más de 5.000 tucumanos y que exhibía símbolos patrios, participó de la misa en honor de la mujer y la vida naciente en la basílica Nuestra Señora de la Merced, donde el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, agradeció a las mujeres por "engendrar vida, cuidarla, protegerla y hacerla crecer".

Una multitud, estimada en más de 5.000 personas, participó de la misa en honor de la mujer y la vida naciente en la basílica Nuestra Señora de la Merced, donde el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, agradeció a las mujeres por “engendrar vida, cuidarla, protegerla y hacerla crecer”.

La Eucaristía fue concelebrada por monseñor Francisco Polti, obispo emérito de Santiago del Estero y el presbítero Marcelo Barrionuevo, delegado Episcopal de la Pastoral de Vida y Familia, a cargo de la organización.

Asimismo, participaron los presbíteros Luis Brandán, Juan Carlos Cavallieri, Gómez Mena, Guillermo Cassone, Carmelo D'ellia, y sacerdotes del movimiento Fasta, además de seminaristas.
 



Con diversos símbolos patrios, más de 5.000 tucumanos, incluyendo autoridades provinciales y municipales, se unieron en una plegaria común reivindicando a la mujer y pidiendo a la Virgen María, modelo de mujer, que la proteja y que custodie toda vida humana, desde su concepción y hasta la muerte natural.

La misa fue en adhesión a la convocatoria hecha para el 8 de marzo por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), con el lema “Sí a las mujeres, sí a la vida”, para reivindicar el papel de la mujer como portadora y dadora de vida, guía de los primeros pasos y apoyo del crecimiento de sus hijos.

“En este día de la mujer, estamos en la casa de la Madre de los tucumanos, la Virgen de la Merced, para pedirle a esta mujer por todas las mujeres de nuestra querida Patria y del mundo, para que sean respetadas en su dignidad, valoradas en su ‘genio femenino’, que tanto aportan a la sociedad y a la Iglesia; le pedimos a la redentora de cautivos, por la auténtica libertad de tantas mujeres oprimidas por diversas esclavitudes antiguas y modernas, especialmente las de la discriminación, la exclusión y la violencia”, expresó monseñor Sánchez.

“Tierna madre de la Merced cuida de cada una de las mujeres tucumanas y argentinas con tu protección amorosa. La mujer trabajadora, la estudiante, la profesional, la consagrada, la madre, la soltera, la niña, la anciana, la viuda, la enferma, de cada mujer”, agregó.

El prelado destacó el aporte único y exclusivo de la mujer en la maternidad: “Todos nosotros y todo ser humano que viene a este mundo ha sido tejido en las entrañas de una mujer. La mujer tiene un papel insustituible en este sentido. Por eso muchas gracias a las madres por engendrar vida, cuidarla, protegerla y hacerla crecer”, subrayó.

Al referirse al lema de la convocatoria, “Sí a las mujeres, sí a la vida”, el arzobispo tucumano explicó: “Porque escuchando a Jesús, siendo sus discípulos hemos de esforzarnos por custodiar la vida de todo ser humano, toda vida, en todas sus etapas y en todas sus situaciones, sean varones o mujeres; del ser humano que se gesta en el seno materno, de los niños, adolescentes y jóvenes de los ancianos y enfermos, de los más pobres, de los marginados y sobrantes de nuestra sociedad”.

Monseñor Sánchez culminó su reflexión recordando que durante este Año Mariano Nacional, la Iglesia argentina quiere agradecer a Dios por la vida y la presencia de las mujeres en ella.

“En este Día de la Mujer y en el Año Mariano Nacional damos gracias al Dios de la vida, por la vida que tenemos y por cada mujer, por su dignidad femenina, por lo que Dios realiza a través suyo. Que María, Madre del Pueblo, esperanza nuestra, nos acompañe, con su ternura de madre a los argentinos, desde Luján, del Valle en Catamarca, de la Merced en Tucumán, del Milagro en Salta, de Itatí en Corrientes”, pidió.

“Que ella interceda por nosotros para que seamos custodios y defensores de toda vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural y en todas las circunstancias y situaciones de vida, especialmente las más vulnerables y dolorosas. Para que con María seamos servidores de esperanza en nuestra querida Argentina”, agregó.

Un momento singular de la celebración eucarística se vivió durante la entrega de ofrendas, oportunidad en la que se acercó al altar una canasta con símbolos que representan la inmensidad de tareas de las mujeres: “De la mujer trabajadora, la mujer profesional, la mujer artista, la mujer consagrada, la mujer madre, esposa e hija, que cada día entregan su esfuerzo, tiempo y amor para volver a la sociedad más humana y acogedora. Te presentamos, el corazón de todas tus hijas aquí reunidas, para que lo modeles a ejemplo del Corazón Inmaculado de la Virgen María”, decía la voz guía.

Entre otras autoridades presentes, estuvieron la senadora nacional Silvia Elías de Pérez; el ministro de Seguridad tucumano, Claudio Maley; la ministro de Salud provincial, Rossana Chahla; el ministro de Educación provincial, Juan Pablo Lichtmajer; el secretario de Gobierno y Justicia del Ministerio de Gobierno, Leopoldo Rodriguez. También asistieron los legisladores Raúl Albarracín y Nadima Pecci; el secretario ejecutivo del Siprosa, Luis Medina Ruiz, cadetes mujeres de la Escuela de Policía y representante de agrupaciones gauchas, entre otros.

Al grito de “O juremos con gloria morir”, el reconocido tenor Fernando de la Orden cerró el encuentro cantando el Himno Nacional Argentino. Seguidamente, al grito de “viva la Virgen María”, los aplausos sellaron la jornada de oración.+