Mons. Bokalic pidió a Mama Antula "caminar muy cerca de aquellos que necesitan la luz y la palabra"

  • 2 de septiembre, 2016
  • Santiago de Estero
Se entronizó ayer, 1 de septiembre, una imagen de la beata María Antonia de San José, Mama Antula, en la capilla del Seminario Diocesano Santiago el Mayor, durante una celebración eucarística presidida por el obispo diocesano, monseñor Vicente Bokalic CM. Lo acompañaron el rector del seminario, presbítero Julián María Cueva, seminaristas y familiares. "Mama Antula nos tiene que renovar nuestro camino, nuestra Iglesia y comunidades con este espíritu, de buscar y caminar muy cerca de aquellos que necesitan la luz y la palabra", afirmó.
Los seminaristas de Santiago del Estero podrán honrar ahora a la beata María Antonia de San José, Mama Antula, en la capilla del Seminario Diocesano Santiago el Mayor, luego de que el obispo diocesano, monseñor Vicente Bokalic CM, entronizara una imagen de la beata santiagueña durante una misa celebrada ayer acompañado por el rector del seminario, presbítero Julián María Cueva, seminaristas y familiares. "Esta mujer que hoy ya la consideramos y tenemos como beata se dejó enseñar por Jesús. Esta mujer que hemos descubierto y que tenemos que seguir descubriendo, tiene que acompañarnos de aquí hacia adelante", aseguró monseñor Bokalic, y mencionó a la beatificación como "el comienzo de una gracia muy especial para todos como pueblo de Dios". El obispo afirmó que "María Antonia se compenetró de alguna manera de los sentimientos de Jesús, encarnó la palabra de Jesús y eso es lo que la llevó a salir a caminar", e invitó a imitar a Mama Antula: "Tenemos que sentar la actitud de escucha para aprender y enseñar con la palabra de Dios". Monseñor Bokalic destacó que Mama Antula era "una mujer que dejó todo por sus afectos y su familia, eligió la pobreza, se sacó el apellido que tenía para que no tenga señales de poder, quiso hacerse pequeña. Solamente con esa cruz, descalza, comenzó a caminar y enseñar, a traer a Jesús. Qué pocas cosas para hacer la gran obra que hizo, porque se puso en las manos de Dios", expresó. El prelado insistió en "dar gracias a Dios por esto. Es una maestra de vida, que la podemos vivir hoy en día. Cuando la conocemos a ella, no hay que hacer grandes cosas para vivir el Evangelio de vida", acentuó. "Mama Antula nos tiene que renovar nuestro camino, nuestra Iglesia y comunidades con este espíritu, de buscar y caminar muy cerca de aquellos que necesitan la luz y la palabra y, por supuesto, que el Señor nos regale sacerdotes para nuestra diócesis, que nos acompañe en un mundo laical", concluyó.+