Más misas proponen los obispos polacos ante el coronavirus

  • 14 de marzo, 2020
  • Varsovia (Polonia) (AICA)
En un comunicado oficial de la Conferencia del Episcopado Polaco (KEP), y difundido por la agencia KAI, los obispos de Polonia anunciaron la forma en la que acatan las recomendaciones de las autoridad

En un comunicado oficial de la Conferencia del Episcopado Polaco (KEP), y difundido por la agencia KAI, los obispos de Polonia anunciaron la forma en la que acatan las recomendaciones de las autoridades sanitarias del país que pidieron evitar las grandes concentraciones de personas a raíz del riesgo de contagio del COVID-19 (coronavirus).

El Presidente de la KEP, monseñor Stanislaw Gadecki, pidió a las parroquias aumentar el número de las misas dominicales con el fin de que los feligreses puedan asistir en grupos más pequeños.

Monseñor Gadecki comparó a los templos católicos con los hospitales, ya que se dedican a curar las enfermedades del alma de los creyentes. "Es por eso que para nosotros es inimaginable no orar en nuestras iglesias", comentó el prelado. De igual manera recordó que, como es costumbre, las personas enfermas o ancianas que deban permanecer en el hogar pueden seguir la misa transmitida por los medios de comunicación.

También afirmó que no hay una norma que requiera que los fieles estrechen la mano en el saludo de la paz. Este debe darse verbalmente a la persona que se tiene al lado.

Ante las preocupaciones de los fieles por la próxima celebración de Semana Santa en un contexto de posible epidemia, el arzobispo de Czestochowa, monseñor Waclaw Depo, se hizo eco de la necesidad de aferrarse a Dios ante los riesgos de enfermedad. "Los templos cerrados no son el camino correcto", indicó el prelado, y afirmó que los católicos "necesitamos acercarnos a nuestra oración confiada a Dios más que ver en esta realidad solo las amenazas epidemiológicas".

Monseñor Depo recordó la figura de San Carlos Borromeo, un Cardenal que se dedicó con notable celo a la atención espiritual y material de los enfermos de peste y organizó oraciones públicas y procesiones para implorar a Dios por la sanación del pueblo. Este testimonio contrasta con quienes ponen su única esperanza en los avances médicos y el descubrimi