Diócesis de frontera comprometidas con el cuidado de la casa común

  • 18 de mayo, 2017
  • Bagé (Brasil) (AICA)
Noventa delegados de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay ratificaron que su misión es "cuidar la casa común", en el mensaje final del 32º Encuentro de Diócesis de Frontera que se realizó del 15 al 17 de mayo en Bagé, Río Grande do Sul (Brasil). "Una vez más descubrimos la frontera como lugar, no de hostilidad, enfrentamiento o competencia, sino como espacio de encuentro, hospitalidad, fraternidad y descubrimiento de una identidad común y regional", destacaron en el mensaje final.
Noventa delegados de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay ratificaron que su misión es "cuidar la casa común", en el mensaje final del 32º Encuentro de Diócesis de Frontera que se realizó del 15 al 17 de mayo en Bagé, Río Grande do Sul (Brasil). Participaron representantes de las diócesis argentinas de Concordia, Corrientes, Formosa y Goya; de las brasileñas de Bagé, Chapecó, Pelotas, Río Grande, Santa María, Santo Angelo y Uruguaiana, de la paraguaya de Encarnación y de las uruguayas de Melo, Salto y Tacuarembó. "Una vez más descubrimos la frontera como lugar, no de hostilidad, enfrentamiento o competencia, sino como espacio de encuentro, hospitalidad, fraternidad y descubrimiento de una identidad común y regional", destacaron en el mensaje final. Valoraron la presencia de asesores técnicos del Brasil y la Argentina, que ayudaron a "ampliar nuestra mirada y nuestro pensamiento para percibir un horizonte global, aunque complejo y buscar las formas de acción local" y presentaron "aspectos e implicancias del desarrollo sustentable tanto en una perspectiva económica, social y ambiental, como bíblica, teológica, espiritual y pastoral". "La visita al asentamiento Hulha Negra y la cooperativa Coonanterra de semillas agroecológicas BioNatur nos permitió conocer de forma viva y testimonial modos alternativos de desarrollo sustentable, acompañados por la diócesis de Bagé, que manifiestan la viabilidad de iniciativas que abren a la esperanza", subrayaron. El obispo de Bagé, monseñor Gilio Felice, recordó como "el papa Francisco en Laudato si? nos hace ver que cuidar de la biodiversidad de la Tierra es una forma viva y eficaz de cumplir el mandamiento del amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos". "Recibir ese mandamiento y vivirlo no nos priva de nuestra libertad, no nos esclaviza, no nos aliena, sino que abre caminos para la construcción de la felicidad personal y comunitaria y, no menos, hace feliz a Dios, creador de todas las creaturas" agregaron. "Ponemos en manos de María la vida de nuestros pueblos y nuestra región. Que ella nos ayude a crecer como discípulos misioneros de Jesucristo, promotores de modelos alternativos que garanticen el cuidado de nuestra Casa Común, teniendo en vista la vida digna de nuestros pueblos", concluyeron.+