Mons. Martín llamó a aclamar a Cristo como Rey de nuestras vidas

  • 7 de abril, 2020
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
En la misa del Domingo de Ramos

Con una misa presidida por el arzobispo, monseñor Eduardo Eliseo Martín, la arquidiócesis de Rosario celebró un Domingo de Ramos muy especial, y comenzó de esta manera la Semana Santa.

La celebración tuvo lugar en la catedral Nuestra Señora del Rosario y se llevó a cabo sin asistencia de fieles, debido a las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio decretadas ante la pandemia del coronavirus.

En su homilía, el prelado señaló: “Celebramos hoy de un modo tan excepcional, tan misterioso, raro podríamos decir, la fiesta de los ramos, la conmemoración de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y con ella el inicio de la Semana Santa”.

“Ciertamente que las circunstancias dramáticas que estamos viviendo de dolor, de sufrimiento, de miedo, de angustia, de enfermedad y de muerte, nos ponen a prueba y nos hacen descubrir dónde tenemos puesta la esperanza en nuestra vida, sobre qué base estamos edificando nuestra existencia”, reflexionó.

Citando al papa Francisco, dijo: “No podíamos pretender vivir sanos en un mundo enfermo, enfermo por injusticias, enfermo por tantas inequidades, enfermo por tanta polución en el ambiente, por tantos descuidos en la Casa Común”.

“Entonces nos lleva a pensar sobre qué estoy edificando mi vida, no sólo la vida personal sino la vida de nuestra familia, y la vida de nuestra sociedad. Muchas veces engreídos, autosuficientes y hasta soberbios, por el desarrollo científico y técnico nos creíamos que éramos dioses, omnipotentes, que todo lo teníamos”, planteó el arzobispo.

“Hoy, este enemigo invisible ha entrado en el mundo, ha entrado en nuestras vidas y ha reprogramado todo, ha puesto en crisis todos nuestros programas, nuestras agendas, nuestros proyectos, todo nuestro modo de vivir ordinario, y hace que nuestra vida hoy tenga ese carácter raro, por lo inusual, por nunca haber vivido así”, advirtió.

“Por eso hoy quiero invitarlos a aclamar a Cristo como Rey, como Señor de nuestras vidas, para volver a descubrir que nuestra vida se edifica sobre Cristo, que Él es la roca firme, para que sea cual sea la circunstancia, de dolor, de sufrimiento, de amargura, no se caiga, no se hunda”, afirmó.

Dirigiéndose a los fieles que asistieron a la celebración desde su casa, a través de los medios de comunicación, expresó: “Yo te invito e invito a cada familia, a que digamos: ‘Hoy te proclamo Rey de mi vida, hoy te proclamamos rey de nuestras familias, para que Tú seas quien guíe la vida de cada uno de nosotros, para que seas quien guíe la vida de nuestras familias, que Tú seas el Rey’”.+