El Papa animó a las comunidades del Arca continuar en las huellas de Jean Vanier

  • 17 de mayo, 2019
  • París (Francia) (AICA)
En la tarde de ayer, jueves 16 de mayo, se celebró el funeral de Jean Vanier, fundador del Arca, que murió el 7 de mayo, en la pequeña comunidad de Trosly-Breuil, al norte de París. El rito, celebrado con gran simplicidad, fue presidido por el arzobispo de Rennes, monseñor Pierre d´Ornellas. El Papa envió un mensaje para la ocasión en el que animó a las comunidades del Arca a "seguir siendo lugares de celebración y de perdón, de compasión y de alegría, mostrando que todos, sea cual sea su discapacidad, son amados por Dios y llamados a participar en un mundo de fraternidad, de justicia y de paz".
En la tarde de ayer, jueves 16 de mayo, se celebró el funeral de Jean Vanier, fundador del Arca, que murió el 7 de mayo, en la pequeña comunidad de Trosly-Breuil, al norte de París. El rito, celebrado con gran simplicidad, fue presidido por el arzobispo de Rennes, monseñor Pierre d´Ornellas. El Papa envió un mensaje para la ocasión en el que animó a las comunidades del Arca a "seguir siendo lugares de celebración y de perdón, de compasión y de alegría, mostrando que todos, sea cual sea su discapacidad, son amados por Dios y llamados a participar en un mundo de fraternidad, de justicia y de paz". "Tratando de vivir junto a Cristo, a través del cual Dios tomó todas nuestras debilidades, Jean Vanier hizo que las personas más frágiles, y con demasiada frecuencia rechazadas, sean acogidas y reconocidas como hermanos y hermanas, respetando las diferencias religiosas y sociales", expresó Francisco en su mensaje. Participaron del funeral otros prelados y líderes religiosos, entre ellos monseñor Jacques Benoit-Gonnin, obispo de Beauvais, y su predecesor monseñor Jean-Paul James; el obispo anglicano de Ely, Stephen Conway y el hermano Alois, prior de la comunidad de Taizé. Familiares, amigos y representantes del Arca y de Fe y Luz también rindieron homenaje a Vanier al final de la celebración, durante la que se interpretaron canciones en inglés y japonés y se rezaron oraciones según la tradición islámica. El signo de la paz fue el del "Namaste" indio. "Jean entendió que la humanidad y la pobreza son el camino más seguro para la unidad, para la paz, para la fraternidad. Jean estaba atormentado por la paz, tenía sed. Estaba habitado por un inmenso deseo: ¡que los hombres vivieran como hermanos, más allá de las diferencias de su confesión religiosa o de su pertenencia social y cultural!", expresó el arzobispo de Rennes durante la homilía. "Queridos miembros del Arca, Dios los eligió para mostrarles que podemos ser hermanos y hermanas. Dios te eligió para que entendamos que nuestra felicidad es vivir en comunión unos con otros. Dios te eligió para que el mundo sepa que la paz es posible y que podemos vivir en paz unos con otros con nuestras muchas diferencias. Cada una de tus comunidades es un lugar de paz y comunión. ¡Bendecimos a Dios por esto!", expresó el arzobispo. "El Arca ?concluyó- siempre estará bajo la bendición de Dios para que las personas con discapacidades mentales continúen fundando el Arca en el futuro, ya sea en las comunidades existentes durante más o menos tiempo, o en las nuevas comunidades que surgirán aquí y allá en el mundo. ¡Dios infinitamente bueno, bendice el Arca con la mano de tus pobres! Dios infinitamente misericordioso, recibe en tu Reino a tu siervo Jean". +