Mons. Martín: El sí a Dios, una fascinante aventura

  • 1 de julio, 2019
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
Miles de jóvenes y familias participaron el domingo 30 de junio de la 42ª Peregrinación Rosario San Lorenzo que tuvo por lema "Seamos reflejo del Sí de María". El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, presidió la misa central en el Campo de la Gloria en la que exclamó: "Diciendo que sí a Dios, nuestra vida se convierte en una fascinante aventura".
El domingo 30 de junio la arquidiócesis de Rosario realizó una nueva peregrinación a la ciudad de San Lorenzo, con el lema "Seamos reflejo del Sí de María". Se trató de la 42º edición, en la que participaron miles de jóvenes y familias manifestando su fe. El arzobispo rosarino, monseñor Eduardo Eliseo Martín, presidió la misa central en el Campo de la Gloria. La peregrinación tuvo como punto de partida la catedral Nuestra Señora del Rosario, donde cerca de las 7.30 comenzó la caminata precedida por la imagen de la Virgen. Luego de recorrer unos 40 kilómetros, los peregrinos arribaron al convento histórico de San Lorenzo, alrededor de las 16. [img]http://www.aica.org/subidas/6093.jpg[/img] Al celebrar la misa, monseñor Martín expresó: "¡Bendito sea Dios que nos ha regalado este día! ¡Bendito sea Dios por los jóvenes y adultos que han venido caminando junto a la Virgen para que ella nos regale, interceda por abundantes vocaciones!". Enseguida, dijo a los jóvenes: "La vida es en relación con Dios (?) La vida del ser humano tiene como ley amar, dar y darse por amor: esta es la ley, amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. Solo así somos felices. Solo en este darnos y responder a Dios somos felices". "Dios no nos lleva al cielo a los empujones, no nos lleva obligados. Dios nos ha hecho libres, como nos dice San Pablo en la lectura que escuchamos. Dios quiere que nosotros le digamos sí libremente, ´Sí, yo quiero ser tu discípulo, yo quiero ir al cielo, yo quiero seguirte, yo quiero seguir tus huellas, yo quiero ser como la Virgen´", manifestó. Haciendo referencia al lema de la peregrinación, el prelado rosarino anunció que el sí de María, "fue más libre que nunca. Ahí dice sí al propósito de Dios, al plan que Dios tenía sobre ella. Algo distinto a lo que Ella hubiese imaginado. Si le decimos que sí a Dios, Él nos da lo mejor, aunque trastoque nuestros planes". "El tiempo de la juventud, es un tiempo especial para discernir la vocación. Todos los tiempos son para discernir, pero especialmente la juventud". Monseñor Martín animó a los jóvenes "a no tener miedo", porque, "cuando Dios nos llama, no nos tiramos a un vacío sin red, nos tiramos en sus manos. Dios nunca defrauda, nunca falla. Dios siempre cumple. Por eso, con confianza nos abandonamos en sus manos con generosidad dejándolo todo. Dejándolo todo. Jesús no pide poco o mucho. Pide todo. Hay una radicalidad en la vocación, especialmente en la sacerdotal, virginal o consagrada". Pero aclaró: "Jesús vale la pena. Vale la pena servirlo para toda la vida", agregando que "una vida entregada al Señor es una vida cada vez más plena, cada vez más feliz. No sin sufrimiento, pero cada vez más feliz". "Diciendo que sí a Dios, nuestra vida se convierte en una fascinante aventura, deja de ser algo aburrido, tedioso y vacío y se convierte en vida misionera para darnos a los demás". Finalmente, agradeció a los presentes por "el gesto de caminar y sacrificarse", rogando a Dios que los recompense. "Sigamos caminando para la gloria de Dios y el bien de nuestros hermanos. Que la Virgen nos ampare", concluyó.+ » Texto completo de la homilía