Mons. García: "El Covid-19 ha puesto en el tapete una situación de injusticia social"

  • 2 de julio, 2020
  • San Justo (Buenos Aires) (AICA)
"Es muy distinto el protocolo que tenemos que manejar en los barrios que el que exige el gobierno", expresó el obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, en una entrevista radial.

El obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, dialogó con el periodista Fernando Bravo en Radio Continental, a raíz del comunicado publicado el 29 de junio por el equipo de curas de las barriadas de La Matanza.

“El documento refleja inquietudes que surgen a partir de la vida cotidiana en los barrios. El Covid en los barrios populares es distinto. Y hay ciertas dificultades que no parecen a simple vista, pero que son muy ciertas y en el día a día con la gente nos preocupan y nos inquietan”, expresó.

Monseñor García relató que, al reunirse con el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, “hemos podido charlar para buscar una estrategia para resolver estos temas. Lo más grave son las demoras que hay en los procesos. Tenemos que agilizar el tiempo, generar un trayecto más rápido para los barrios frente a las dificultades”.

Sobre las medidas recomendadas, el obispo mencionó que “es muy distinto el protocolo que tenemos que manejar en los barrios que el que exige el gobierno. Hay cosas que cuando los técnicos las plantean, acá hay que darles una vuelta de tuerca y buscar otros caminos para poder llegar a realizarlas. El aislamiento muchas veces no se puede cumplir, entonces nosotros cambiamos el ‘quedate en tu casa’ por ‘quedate en tu barrio’”. 

"Resolver la problemática del aislamiento en los barrios es un tema urgente", afirmó. "La gente en los barrios tiene escasos recursos para comunicar su reclamo por otras vías. Pedimos un trayecto más rápido de las soluciones", resaltó monseñor García. Sobre la situación de los contagios, dijo que “han comenzado y esto es una llamada de atención para poder hacer foco y controlarlo porque si no, puede llegar a ser muy difícil”, indicó.

En relación a la situación económica de las familias, el obispo explicó que la mayoría de los vecinos son obreros de la construcción, y las mujeres trabajan en casas por hora: “Todo ha tenido un derrumbe muy importante. En los comedores, de 2 mil antes de la pandemia, ahora atentemos a 11 mil personas por día. El ejército nos da una mano con esto, sino no podríamos. Nuestras ollas populares en las parroquias son un trabajo admirable. Esto es lo que mantiene la economía familiar”. 

“Cuando vienen a buscar la comida a veces surgen aglomeraciones pero la gente nos dice: ‘El coronavirus no sé si nos va a agarrar, pero si no le doy de comer a mis hijos, se me van a morir. Así que prefiero arriesgarme’. Pasa lo mismo con el que sale a changuear o cartonear, porque no tiene otro medio de sustento”.

Antes de concluir, el obispo mencionó que el Covid-19, “ha puesto en el tapete la situación difícil y de injusticia social en la que vive la gente de nuestras barriadas. Ellos trabajan en negro, no tienen obra social que los cubra, ni conservan su salario ante una crisis”. Y aclaró que la intención del comunicado es “pasar una fotografía” de lo que está sucediendo ahora porque  “a veces, en los medios, aparece parcialmente”. “Hay lugares que necesitan una atención especial y una mirada particular, que no entran en lo general”.

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