Episcopado chileno expresó esperanza y gratitud con ocasión del Jubileo de Santa Teresa de Los Andes

  • 13 de julio, 2020
  • Santiago (Chile) (AICA)
Los obispos chilenos expresaron en una misiva un saludo de esperanza y gratitud ante el Jubileo por el centenario de fallecimiento de santa Teresa de Jesús de Los Andes, la primera santa chilena. 

El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh)  hizo pública una carta con ocasión del Jubileo del primer centenario del fallecimiento de Santa Teresa de Los Andes, que rinde honor a la primera santa chilena y saluda a las comunidades carmelitas.

El mensaje publicado el 11 de julio también está dirigido al administrador apostólico y al Obispo electo de San Felipe de Aconcagua, al rector y colaboradores del Santuario en Auco, y a la Fundación Santa Teresa de Los Andes.

“Con esperanza y gratitud les saludamos en este tiempo de Jubileo por el centenario de la pascua de sor Teresa de Jesús de Los Andes, la primera santa de Chile. Nos hemos unido espiritualmente desde nuestras diócesis, especialmente el pasado 12 de abril, y así lo haremos este lunes 13 de julio, en el 120° aniversario de su natalicio. Como ustedes saben, el año 2019 decidimos tener nuestra asamblea plenaria de abril de 2020 en Auco y hacer juntos nuestra peregrinación jubilar. Como no podemos estar presencialmente junto a la tumba de Teresita, les dirigimos con gran afecto esta carta”, inicia la misiva firmada por los obispos chilenos.

En su mensaje, la CECh afirma que así como en la Eucaristía de canonización de Sor Teresa el 21 de marzo de 1993, el papa San Juan Pablo II la señaló como “Luz de Cristo para toda la Iglesia chilena”, así también hoy la Iglesia local comparte el mismo pensamiento.

“Así lo hemos sentido y vivido en estas décadas, al contemplar cómo su santuario en Auco se ha convertido en un manantial de espiritualidad para Chile y cómo la devoción cotidiana de tantas personas a lo largo y ancho del país se transmite a las nuevas generaciones”, aseguraron los obispos.

“En este sentido, agradecemos al Señor por el inmenso don y valor de la vida contemplativa. Cuántas intenciones de oración, cuántos anhelos y sueños, llegan hasta la oración comunitaria de la clausura”, indica la carta, que también exhorta a los carmelitas a no “dejar de rezar” por “los que sufren, los que han perdido la esperanza, por nuestra sociedad y nuestra Iglesia”.

En este tiempo de Jubileo, los obispos chilenos recodaron que siempre deben dar “gracias a Dios por tanto bien concedido a través de la intercesión de Teresa de los Andes, reflejado, entre otros dones, en el cariño y esmero con que la Diócesis de San Felipe de Aconcagua, la familia carmelitana y la Fundación han ayudado a mantener viva esta maravillosa expresión de fe y piedad popular”.

“Su acogida a los peregrinos permite que ellos se sientan en su propia casa, y la difusión del testimonio de vida de nuestra santa es fuente que inspira, esperamos cada vez con mayor fuerza, el corazón de adolescentes y jóvenes”, añadieron.

Asimismo, recordaron las palabras del Papa san Juan Pablo II el día de su canonización: “Dios ha hecho brillar en ella de modo admirable la luz de su Hijo Jesucristo, para que sirva de faro y guía a un mundo que parece cegarse con el resplandor de lo divino. A una sociedad secularizada, que vive de espaldas a Dios, esta carmelita chilena, que con vivo gozo presento como modelo de la perenne juventud del Evangelio, ofrece el límpido testimonio de una existencia que proclama a los hombres y mujeres de hoy que en el amar, adorar y servir a Dios están la grandeza y el gozo, la libertad y la realización plena de la criatura humana. La vida de la bienaventurada Teresa grita calladamente desde el claustro: ¡Solo Dios basta!”.

En otro punto de la carta, los obispos expusieron que, sin duda, fue el “tierno amor a Cristo” de Santa Teresa de Los Andes “y su disponibilidad para dejarse amar y bendecir por Él, lo que ha cautivado a tantos jóvenes chilenos que reconocen en ella un modelo de virtud profundamente místico y humanamente encarnado a la vez: amar, sufrir, orar, servir”.

“Probablemente el anhelo de un mundo más humanizado, fraterno, justo y consecuente, es el que identifica a la juventud con Teresita al peregrinar anualmente hasta su morada en el valle de Aconcagua. Su peregrinación orante en contacto con la belleza de la Creación es, en cierto modo, un grito contra el conformismo y la mediocridad. Los jóvenes saben que pueden ser más y dar más, del mismo modo que lo quiso y logró la joven carmelita”, reflexionó el episcopado chileno.

“Como hermanos y pastores, los animamos a continuar en este abnegado servicio, revitalizados en la fuerza perseverante con que Juanita Fernández Solar supo dejarse transformar por el Señor. Como ella, necesitamos una nueva identidad en nuestra misión, una forma más radical de vivir el Evangelio. Que ninguna circunstancia adversa apague nuestra llama. También hoy y más que nunca: ‘¡Sólo Dios basta!’”, continuaron.

Finalmente, la CECh encomendó “todas las necesidades y clamores de Chile a Teresa de Los Andes” en “este tiempo de dolor, marcado por la pandemia que golpea muy fuerte a los más pobres y vulnerables”.

Debido al Covid-19, el año jubilar en honor a Santa Teresa de Los Andes se extenderá hasta el 12 de abril de 2021. En un principio el año jubilar iba a concluir el 13 de julio de 2020. +