Murió el hermano Pedro Dolzani Feresin, de la Sociedad de San Pablo

  • 21 de julio, 2020
  • Florida (Buenos Aires) (AICA)
El hermano Pedro Dolzani Feresin SSP, religioso de la Sociedad de San Pablo (paulino) murió el 20 de julio como consecuencia de un infarto masivo. Tenía 81 años de edad y 69 de vida paulina.

El hermano Pedro Germán Alberto Dolzani Feresin SSP, religioso de la Sociedad de San Pablo (paulino) murió el 20 de julio como consecuencia de un infarto masivo que sufrió mientras preparaba la cena en su comunidad de la localidad bonaerense de Florida.

"El sábado 18 cumplió 81 años y había preparado el almuerzo del domingo para festejar su aniversario junto con el padre Santiago Bonomini", recordó su primo hermano y superior provincial de la congregación, padre Martín Dolzani SSP, tras confirmar el deceso del religioso.

“La llamada final con el Dios de la Vida la recibió mientras estaba en la cocina, preparando la cena para la comunidad. La ayuda médica no pudo recuperarlo luego de un infarto fulminante ”, precisa.

El padre Dolzani señaló que pariente y hermano religioso “a veces con modos bruscos dejaba entrever su corazón y su sensibilidad y roguemos al Dueño de la mies que su empeño apostólico en la imprenta, en la difusión y su deseo de querer brindarse a la misión aún en edad avanzada hasta donde le dieran sus fuerzas sean semillas que fructifican para el bien de la Provincia y de nuestra congregación ”. 

Los restos del religioso fueron inhumados este martes en el Cementerio de la Chacarita, del barrio porteño del mismo nombre, siguiendo las normas establecidas por las autoridades civiles a raíz de la pandemia del coronavirus.

Misionero paulino en la Argentina, Chile y Venezuela

Pedro Germán Alberto Dolzani Feresín nació el 18 de julio de 1939 en Colonia Romang (Santa Fe, Argentina); sus padres eran Antonio y Teresa Ana Feresín, que formaron una familia rica de fe y de vida, con ocho hijos. Tres de ellos se hicieron religiosos: Víctor, sacerdote paulino, muerto en 2016, Delia que ingresó en las Hermanas de San José y Pedro como Discípulo del Divino Maestro. Siendo aún jóvenes los hijos, el matrimonio se trasladó a Buenos Aires.

El 17 de febrero de 1951 entró en la comunidad de Florida, Buenos Aires, y comenzó el noviciado el 7 de marzo de 1961, concluyó su emisión el mismo día del año siguiente a la primera profesión tomando el nombre de Alberto. Renovó para siempre los votos el 19 de marzo de 1967.

En los primeros años de vida, el religioso estuvo ocupado en la formación como asistente de los aspirantes y trabajando en la encuadernación (1962-1974). Terminado este período partió para Santiago de Chile donde vivió su primera misión como director del apostolado (1975-1986) y luego en la librería (1987-1997). “La tierra chilena pasó a ser su segunda casa y la llevará siempre, habiendo empleado en esos años juveniles en organizar y dar incremento al apostolado”, incluyen sus hermanos de comunicación.

En 1997 llegó a Venezuela, donde permaneció hasta 2017. Veinte años trascurridos primero en la comunidad de El Hatillo en dos períodos distintos (1997-2011 y 2017), siendo por un año responsable de la tipografía y después director general del apostolado y de la producción (1998-2011) a la vez que Consejero regional (2001-2004); y sucesivamente en Caracas, todavía como director general del apostolado (2011-2017) y nuevamente consejero regional (2014-2017). En septiembre de 2017 regresó a la Argentina, en la comunidad de Florida, Buenos Aires, donde se encuentra en el sector logístico y en la distribución.

En los últimos meses se dedicó mayormente a la comunidad en este período de confinamiento a causa del coronavirus, logrando crear un clima de serenidad gracias también a una buena cocina, algo, en verdad, no nuevo, pues en cada comunidad donde residió le gustó siempre preparar buenos alimentos para los cohermanos, también esto en señal de una genuina fraternidad.

“El hermano Pedro lo dio todo por la misión paulina, con una generosidad a veces algo brusca pero llena de sensibilidad ante las diversas situaciones y personas”, aseguró, y estuvo de acuerdo: “Fue un Discípulo del Divino Maestro conducido por el Señor en tres países diversos para que podría vivir el mismo ardor del apóstol Pablo. Parafraseando el paso de la segunda lectura en la Eucaristía de ayer, el hermano Pedro percibió el 'gemido' del Espíritu y vivió 'según los designios de Dios' en la Argentina, Chile y Venezuela.

“Lo acoja el divino Maestro en su misericordia. Le confiamos las comunidades paulinas en las que vivió, los jóvenes de la Familia Paulina en formación y el camino que nuestra Congregación está grabando hacia el XI Capítulo general, para que nos dejemos trasformar por Cristo en la mentalidad y vivamos como 'artesanos de comunión' en la cultura de la comunicación ".

Informes: provincial@sanpablo.com.ar . +