El Papa escribió el prólogo al libro del cardenal Kasper

  • 31 de julio, 2020
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco escribió el prefacio de la edición italiana del libro. "Comunión y esperanza", del cardenal Walter Kasper y el sacerdote palotino alemán George Augustin. 

Los pensamientos del papa Francisco sobre la pandemia se explican en el prefacio del libro "Comunión y esperanza" publicado por la Librería Editora Vaticana (LEV) del Dicasterio para la Comunicación, redactado por el cardenal Walter Kasper y el sacerdote alemán Gerge Augustin.

Un volumen rico en reflexiones teológicas que puede suscitar una "nueva esperanza y una nueva solidaridad", basado en la certeza de que como afectado en los primeros difíciles meses de la propagación de la pandemia, también hoy, la presencia del Señor nos acompaña y nos alienta.

Francisco escribió que la pandemia nos sorprendió a todos como una tormenta repentina, cambiando la forma en que viven las familias, la naturaleza del trabajo y el funcionamiento de millones de personas en el espacio público. 

Muchas personas aún lloran la muerte de familiares y amigos. Aún más están en dificultades financieras o han perdido sus empleos. En muchos países no ha sido posible celebrar la misa y obtener la fuerza de los sacramentos. 

"Esta dramática situación resaltó nuestra indefensión y la necesidad de salvación, cuestionó muchas certezas en las que basamos nuestra vida diaria y planteamos preguntas básicas sobre la felicidad y lo que es más importante en la vida", escribió el Papa.

También señaló que, además de las experiencias difíciles, la pandemia nos trajo un despertar espiritual que nos lleva a una reflexión sobre dónde están nuestras raíces, manteniéndonos a flote durante este tiempo de tormenta. 

"El coronavirus nos grabó las cosas más importantes, lo que habíamos descuidado en nuestras vidas, mientras nos centrábamos en los delirios de felicidad" - señaló el pontífice.

Hizo hincapié en una pandemia es un momento de prueba para cada cristiano y la elección de Dios como objetivo. La crisis también ha experimentado que en momentos difíciles dependemos de los demás y necesitamos solidaridad. 

“Esta vez –escribió el Santo Padre– nos invita a dedicar nuestras vidas a servir a los demás. Finalmente debemos sacudirnos y escuchar el grito de los pobres y nuestro planeta sufriente”.

El Papa recordó que, en el centro de la crisis, celebramos la Pascua. Fue entonces cuando escuché una vez más el mensaje de la victoria de la vida sobre la muerte. 

“Nos da fuerza y ??nos impide quedar paralizados por el miedo. Ayuda a superar las divisiones del pasado y reconocerse a sí mismos como miembros de una gran familia humana que trasciende las fronteras de los estados", dijo el Papa.

Apeló a que el peligro de contraer el virus podría enseñar un tipo diferente de contagio: contagio con amor. “Estoy agradecido por los muchos signos de ayuda espontánea y el compromiso heroico del personal médico y sacerdotes. Gracias a ti, sentimos la fuerza que vino de la fe ”, leemos en el prefacio.

Finalmente, Francisco señaló lo difícil que fue para muchos ayunar de la Eucaristía, que experimentó durante la pandemia. Él enfatiza que, si bien las transmisiones de los medios fueron muy útiles, solo fueron una solución de emergencia y no pueden reemplazar la asistencia personal a la misa. 

“Me alegra que ahora podemos volver a la vida litúrgica normal. La presencia del Señor resucitado en su Palabra y en la Eucaristía nos dará la fuerza que necesitamos para enfrentar los difíciles problemas que nos esperan después de la crisis ”, concluyó el Papa. +