Atentado con explosivos daña venerada imagen de Cristo en catedral de Managua

  • 1 de agosto, 2020
  • Managua (Nicaragua) (AICA)
Fue "un acto de terrorismo", declaró el cardenal Leopoldo Brenes, al rechazar la versión del gobierno sobre un supuesto incendio accidental.

Un desconocido realizó este viernes un atentado en la catedral de Managua con una bomba molotov que incendió la capilla que alberga la Sangre de Cristo y el Santísimo, una imagen venerada por los católicos nicaragüenses.

"Una persona no identificada ingresó a la capilla de la Sangre de Cristo en la catedral metropolitana de Managua y arrojó una bomba, produciendo un incendio en donde permanece la sagrada y venerada imagen de la Sangre de Cristo y el Santísimo", informó la arquidiócesis en un comunicado.

El hecho ocurrió en horas de la mañana, cuando dentro de la capilla solo estaban dos personas. La vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, declaró a los medios oficiales que no se trataba de un atentado "porque nuestro pueblo es muy devoto”. Como en el lugar -agregó- y había muchas velas encendidas, una cortina se prendió fuego.

Sin embargo, el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal, refutó a Murillo, al señalar que en el sitio "no hay ninguna vela y tampoco tenemos cortinas, nuestro capilar no tiene cortinas y no tiene velas".

“Acto terrorista”
“Estos son actos de terrorismo, una bomba de gran poder, la imagen perdida calcinada (...) hemos derramado muchas lágrimas porque esta imagen para nosotros significa mucho y también para el pueblo católico y el pueblo devoto de la sangre de Cristo”, expresó el cardenal Brenes, quien agregó que la imagen, que permanece desde hace casi cuatro siglos en la catedral, resultó calcinada y “con el calor, la mitad del rostro se desprendió”.

En una conferencia de prensa el purpurado reclamó una investigación profunda sobre los ataques contra la fe del pueblo católico, para esclarecer "quienes son los autores intelectuales y materiales de este acto macabro y sacrílego", que "ofende y hiere los sentimientos de todos nosotros, señaló, una imagen que lleva más de 300 años de ser venerada en la arquidiócesis. Y que recoge los sentimientos de todo el país y de los nicaragüenses, que están en el extranjero", esta imagen del crucificado, "es una de las más amadas y veneradas por los fieles nicaragüenses", expresó.

El purpurado dijo que fue un acto planificado. Según testigos presenciales, el sujeto estuvo por 20 minutos dando vueltas por los alrededores de la capilla y después de que tiró “el artefacto” supo por dónde escapar, declaró el cardenal.

“Quiero dejar muy claro que no fue producto del fuego de una candela o una veladora. ¡Quiero decir que no había veladoras allí!. La capilla donde está custodiada la imagen, por ser esta antigua, no puede tener velas a su alrededor. Insisto, ninguna imagen antigua tiene velas cerca. En el caso de la Capilla de la Sangre de Cristo, tiene una sala contigua donde se colocan las candelas y veladoras. Tampoco hay cortinas". "O sea -señaló el purpurado-, que no podemos pensar que el "incendio" haya ido producto de un accidente".

“Acabo de comunicarme con religiosos y sacerdotes de la catedral de Managua. Hemos llorado juntos a causa del incendio ocurrido en la capilla de la venerada imagen de la Sangre de Cristo. ¡Mi cercanía y mi oración con el pueblo de Nicaragua en este doloroso momento! , reaccionó en las redes sociales el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, a quien el papa Francisco trasladó al exterior ante las amenazas del oficialismo.

“Obviamente no es coincidencia. Son ataques dirigidos, escalonados, al pueblo católico a través de sus signos e imágenes, sobre todo lo más sensible, como es la eucaristía”, declaró el padre Edwing Román, párroco de San Miguel Arcángel, también en Masaya, y uno de los clérigos más hostigado y perseguido por el oficialismo.

Una mujer que trabaja en el templo contó al canal 14 de la televisión local que un joven preguntó dónde estaba la capilla y, luego de indicarle el lugar, escuchó una explosión y vio al desconocido saltando los muros que protegen el lugar.

El suceso ocurre días después de que dos desconocidos ingresaron a la parroquia en Nindirí, al sureste de Managua, donde causaron daños en imágenes y símbolos católicos y esparcieron por el suelo las ostias. Otros templos católicos fueron profanados recientemente.

La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, calificó estos ataques a templos católicos como algo "indignante e inaceptable".+