El episcopado acompaña la decisión de cerrar el Seminario de San Rafael

  • 1 de agosto, 2020
  • San Rafael (Mendoza) (AICA)
La Comisión Ejecutiva de la CEA consideró "obediente y respetuosa de la comunión con la Iglesia universal y el bien común eclesial" la decisión del obispo de cerrar la casa de formación sacerdotal.

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó su público acompañamiento a la decisión del obispo de San Rafael, monseñor Eduardo María Taussig , de cerrar el seminario diocesano Santa María Madre de Dios.

La Comisión Ejecutiva de la CEA consideró “obediente y respetuosa de la comunión con la Iglesia universal y el bien común eclesial” la decisión adoptada por el prelado sanrafaelino.

“En la formación sacerdotal, el obispo debe poder contar con la ayuda de sacerdotes animados evangélicamente, que acojan en su totalidad y sin reservas las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia, principalmente las contenidas en el Concilio Vaticano II”, recordó.

“Eso exige una clara conciencia de las expectativas actuales de la Iglesia: que adhieran fielmente a las exigencias indicadas por el Plan de Formación Sacerdotal (Ratio fundamentalis), en un clima de lealtad con el pastor de la diócesis y una cuidada responsabilidad de los jóvenes a su cargo”, sostuvo.

Suscriben el comunicado el presidente de la CEA, monseñor Oscar Vicente Ojea, obispo de San Isidro; el vicepresidente primero, cardenal Mario Aurelio Poli , arzobispo de Buenos Aires; el vicepresidente segundo, monseñor Marcelo Daniel Colombo, arzobispo de Mendoza; y el secretario general, monseñor Carlos Humberto Malfa, obispo de Chascomús.

Texto del comunicado
En estos días se ha conocido la noticia del cierre del Seminario de San Rafael, dispuesto por el obispo diocesano Mons. Eduardo María Taussig, en cumplimiento de precisas directivas de la Congregación para el Clero.

Como Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina y recogiendo el sentir del episcopado, acompañamos la decisión de Mons. Taussig, obediente y respetuosa de la comunión con la Iglesia universal y el bien común eclesial.

En la formación sacerdotal, el obispo debe poder contar con la ayuda de sacerdotes animados evangélicamente, que acojan en su totalidad y sin reservas las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia, principalmente las contenidas en el Concilio Vaticano II.

Eso exige una clara conciencia de las expectativas actuales de la Iglesia: que adhieran fielmente a las exigencias indicadas por el Plan de Formación Sacerdotal (Ratio fundamentalis), en un clima de lealtad con el pastor de la diócesis y una cuidada responsabilidad de los jóvenes a su cargo.

Nos unimos a los sentimientos del obispo, al presbiterio que adhiere de corazón a su pastor y al santo Pueblo de Dios que peregrina en la pródiga tierra sanrafaelina. Este momento de dolor queremos vivirlo a la luz de la fe, esperanzados en los caminos que nos proponemos al Señor, abierto a colaborar con Mons. Taussig en lo que puede necesitar acerca del discernimiento eclesial y cuidado de las vocaciones a su cargo.

A María, Madre de Dios, Nuestra Señora de Luján, encomendamos la vida y la vocación de los jóvenes argentinos, especialmente de quienes integran la comunidad educativa del Seminario de San Rafael,  a quienes abrazamos con afecto paterno. 

En Jesús, Buen Pastor.

Buenos Aires, 1 de agosto de 2020

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