Mons. Stanovnik instó a ser sacerdotes a "lomo de pandemia"

  • 5 de agosto, 2020
  • Corrientes (AICA)
El arzobispo de Corrientes les pidió que en este tiempo, y a semejanza del Santo Cura Brochero, alivien a los enfermos, sostenga la fe de las familias y animen a los que ya no soportan el aislamiento.

El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, presidió la misa crismal en la catedral Nuestra Señora del Rosario, donde se manifestó conmovido por la “cantidad enorme” de saludos y testimonios de agradecimiento y amor a los sacerdotes que le habían llegado a través de diferentes medios.

En la homilía, el prelado saludó a monseñor Domingo Salvador Castagna, arzobispo emérito de Corrientes, quien participó de la celebración eucarística desde su lugar; al “hermano obispo” José Adolfo Larregain OFM, obispo auxiliar de Corrientes; a los curas que “están lejos geográficamente, pero están acompañando a través de los medios digitales” y a uno que está cumpliendo cuarentena a raíz de un viaje reciente a Roma, entre otros sacerdotes.

Monseñor Stanovnik recordó que “los dos principales efectos de la unción son: ante todo, unir al ungido a aquel que lo unge, y luego, recibir de él la misión” y precisó: “La unción es para la misión y la misión es para la comunión”.

“Nosotros, obispo y presbiterio, fuimos ungidos el día de nuestra ordenación para unirnos estrechamente a la vida y misión del Señor Jesús. Unión que necesitamos renovar diariamente, nutriéndola de una constante vida de oración, meditación de la Palabra de Dios y vida sacramental y, en particular, del sacramento de la reconciliación”, subrayó, y agregó: “El Pueblo de Dios tiene necesidad de sacerdotes que tengan una profunda experiencia de Dios y que esa experiencia refleje en sus actitudes y en sus palabras el corazón del Buen Pastor”.

El arzobispo correntino destacó la figura del Santo Cura Brochero, al destacar que “se fue haciendo cura a lomo de mula para llegar hasta los últimos”, y pidió: “Que también nosotros nos animemos a ser hoy curas a ‘lomo de pandemia’, para estar cerca de los enfermos y aliviarlos, sostener la fe de sus familiares, animar a los que ya no soportan el aislamiento”

Monseñor Stanovnik animó a hacer propia las palabras del santo cura, quien decía: "Yo me felicitaría si Dios me saca de este planeta sentado confesando y predicando el Evangelio".

“Encomendamos a Nuestra Tierna Madre de Itatí las promesas sacerdotales que a continuación vamos a renovar, y le pedimos que toda nuestra vida y ministerio sea una alegre, generosa y valiente entrega a Jesús, Buen Pastor y a su Pueblo, para que, fortalecido en la fe y la esperanza, no tenga ningún miedo de nada ni de nadie porque, estrechamente unidos a Jesús, nada malo nos puede pasar”.+

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