Los credos unidos para orar por el bienestar en Beirut y el mundo

  • 7 de agosto, 2020
  • Buenos Aires (AICA)
El Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI) convocó el 6 de agosto a un encuentro de oración, testimonio y reflexión "Por el bienestar en Beirut. Por el bienestar en el mundo".

Organizado por el Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI), se llevó a cabo el 6 de agosto un encuentro de oración, testimonio y reflexión “Por el bienestar en Beirut. Por el bienestar en el mundo”. 

La actividad contó con la participación de numerosos referentes de diversos grupos interreligiosos de distintas provincias del país, además de miembros del Consejo Directivo del IDI, el expresidente del Centro Islámico, Omar Helal Massud, y el vicepresidente de AMIA, Leandro Chulmir. 

Alejandro Williams Becker, a cargo de la presentación de los disertantes, comunicó la adhesión y agradecimiento que enviaron, a través de Cristina Calvo, las integrantes del movimiento de los Focolares en Beirut por la convocatoria del IDI a este encuentro.

El acto comenzó con una meditación en árabe a cargo de la Rabina Silvina Chemen, seguida de una oración y reflexión por parte de referentes de cada uno de las tres tradiciones abrahámicas, a cargo de Martín Maslo, presidente de la Comunidad Bet-El, Lucas Randle y Pedro Abrahan, ambos miembros del Consejo del IDI.

Luego, se comunicaron con Labib Manzur, que vivió 25 años en la Argentina, y está establecido nuevamente en Beirut hace tres años. Manzur relató la situación, destacando que se sigue trabajando para trasladar familias, dado que “mucha gente se ha quedado sin casa”, razón por la que están reacomodándolas. Además, comentó que “la embajada argentina en Beirut está devastada”, al igual que “todo lo que está cerca de la zona de la explosión”. Resaltó que han recibido muchos llamados de medios desde la Argentina, y manifestó su confianza en que el pueblo libanés va a salir adelante.

La diputada nacional Soher El Sukaria, al tomar la palabra, destacó que “fueron 48 horas muy movilizantes” desde que se conocieron estos acontecimientos. Más alla de que, como señaló, “no sabemos la causa”, destacó como positivo que ya hayan sido descartadas con certeza “probables causas como una intervención exterior”. Manifestó su expectativa en “que el gobierno pueda brindar información certera”. 

Además, agradeció que el desgraciado acontecimiento no haya ocurrido en un lugar más céntrico, donde “las consecuencias hubieran sido terribles”. Por último, expresó su gratitud “por la ayuda internacional que hoy acude al Líbano”, agregando que “el pueblo libanés tiene un empuje terrible para salir adelante”.

“Oramos para que tenga una pronta recuperación también la salud espiritual del Líbano que hoy sigue siendo esa perla de Oriente que acoge a muchas de las religiones del mundo”, expresó.

El rabino Daniel Goldman, por su parte, puso de relieve “la capacidad simbólica” que tienen los gestos como este encuentro, y su capacidad para generar empatía: “La empatía es el contenido que tenemos y que debemos desarrollar para ponernos en el lugar del otro. Nos colocamos en el lugar del otro si estamos dispuestos a caminar hacia la construcción de una comunidad de hermanos, una comunidad de gente que se escucha, que se siente familia, que comparte la dimensión de la fe, que comparte un sentido de misión. Y compartir ese sentido de misión significa ser sensible a leer las necesidades, a responder con constancia, creativamente. Y hoy nuestros ojos están puestos empáticamente en Beirut, en clave de solidaridad con quienes sufren esta tragedia. Si algo nos muestra la experiencia humana es la certeza de sentirnos en un único barco y compartir un único destino”. 

El Rabino de la Comunidad Bet-El y copresidente del IDI agregó que “son estos momentos los que interpelan nuestra solidaridad; una solidaridad que alcance íntegramente el ser humano en la vida de los pueblos. En esa identidad, por el bienestar en Beirut, quiero simplemente, genuinamente, expresar que estas catástrofes deben sacar lo mejor de nosotros, en ese sentido de empatía, de nuestra capacidad religiosa que implica religarnos; es decir, ligarnos nuevamente en una sola comunidad que es la comunidad humana”. 

Omar Abboud, co-presidente del IDI, rescató la herencia de ese pueblo que “expresa una cultura que, por el Mediterráneo, se ha repartido en todo el mundo”. Recordó también la importancia de la comunidad libanesa en Argentina, donde “se cuenta, junto con la siria, entre las terceras en importancia”, convirtiéndolo en “un pueblo cercano, que tiene que ver mucho con nuestras costumbres”. 

Citando las palabras del papa Francisco cuando comenzó la pandemia, afirmó que el Líbano “no va a poder salir solo de esta crisis”, destacando la relevancia de “todo aquello que el concierto de las naciones pueda aportar”. En esa línea, aseguró que “eventos de estas características, que simbólicamente son centrales, expresan proximidad, compañía, vecindad”, haciendo referencia a “la idea de la fraternidad, de la verdadera fraternidad humana”. 

“En ese sentido –afirmó– este acto de hoy a la vez demuestra también cuan fuerte en la red interreligiosa de la República Argentina, en las múltiples iniciativas que que existen y se juntan, aunque sea, para dar testimonio de que nuestra idea es el bien común y nuestro deseo no es solamente una pronta recuperación sino acompañar, también, como podemos y desde aquí, con lo que nos permiten nuestras manos, nuestro corazón y nuestra plegaria”. 

Finalmente, el presbítero Guillermo Marcó resaltó que este acto lo lleva a pensar en la cercanía que siente, “de compartir el dolor de  aquellos que están padeciendo por esta situación”, remitiendo a la cercanía del Club Sirio Libanés, “un lugar muy querido, al que –recordó– solíamos ir bastante con Omar y con el presidente del Centro islámico Abel Made”. Fue ahí, en “ese pedacito del Líbano en Argentina, donde aprendí a amar también este país al que yo nunca fui, pero al que siento cercano”. 

“Es muy lindo poder, al menos desde aquí, con la sencillez del credo de cada uno, poder expresar la cercanía y empatía con el dolor” del pueblo libanés, agregó. Por último, llamó a elevar a Dios nuestra plegaria, pidiendo también “que el Señor nos bendiga a todos y nos permita continuar, en la Argentina, siendo promotores de diálogo”.+