Mons. Montini llamó a redescubrir a Dios en la dificultad

  • 13 de agosto, 2020
  • Ituzaingó (Corrientes)
El obispo de Santo Tomé, monseñor Gustavo Montini, presidió la Eucaristía del domingo 9 de agosto en la parroquia Nuestra Señora de Loreto, de la ciudad correntina de Ituzaingó.

El obispo de Santo Tomé, monseñor Gustavo Alejandro Montini, presidió la Eucaristía del domingo 9 de agosto en la parroquia Nuestra Señora de Loreto, de la ciudad correntina de Ituzaingó.

En su homilía, el obispo saludó especialmente a quienes siguieron la celebración a través de las redes sociales, y recordó que “el templo va más allá de nuestras paredes y es capaz de acoger a una multitud”.

En referencia a la liturgia, el prelado consideró que “Dios se va manifestando en medio del acontecer que cada uno vive de modo personal, de modo comunitario, de modo universal”. En ese sentido, animó a “descubrir de modo renovado y cada vez más profundo, a Dios en el acontecer de la historia”.

Al referirse a la historia de Elías, señaló que “es una gran experiencia de tempestad: Elías  vive una experiencia de persecución, de desierto, de hecho lo que estaba en riesgo en Elías era su propia vida”, recordó. Y después de esta experiencia de tempestad, “Elías se encuentra con Dios de un modo renovado: Dios se le presenta en la brisa suave, es decir que la experiencia de tempestad en Elías fue lo que posibilitó encontrarse de un modo nuevo con el misterio de Dios”, e incluso “descubrir lo que Dios quería para él”.

En ese sentido, monseñor Montini describió este relato como “muy iluminador”, porque nosotros “estamos viviendo un tiempo de tempestad, estamos viviendo el tiempo de tormenta, estamos viendo un tiempo de incertidumbre”, y al igual que los apóstoles en el Evangelio, “estamos viviendo un tiempo de viento en contra”.

En estos tiempos “donde uno se pregunta qué pasará, que habrá”, señaló el prelado, el relato de Elías “es iluminador, fíjense cómo la gracia de creer nos trae serenidad, fe, esperanza”. Y respecto al Evangelio, destacó que “nos deja entrever que estamos viviendo un momento difícil pero donde se está gestando un momento nuevo, en el que si somos fieles vamos a descubrir a Dios de un modo renovado y más profundo”.+