Mons. Canecín: Hacerse pobres para alcanzar a Dios

  • 13 de agosto, 2020
  • Goya (Corrientes) (AICA)
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, presidió el 11 de agosto la celebración eucarística en la fiesta de Santa Clara de Asís.

El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, presidió el 11 de agosto en  la comunidad de San Francisco, ubicada en los barrios de la zona sur de la ciudad, la misa en honor de Santa Clara de Asís.

En su homilía, el obispo reflexionó sobre la carta del apóstol Pablo a los Filipenses: “Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo… juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas”.

Este texto bíblico, reconoció, “en lo personal me seduce, interpela y es para mí un ideal”, destacando la expresión “perder todo” comparado con el “inapreciable conocimiento de Jesucristo” afirmó.

En ese sentido, recomendó “dejar el propio yo que es la pobreza más radical que podemos vivir” y destacó su deseo de poder decir, como Pablo: “Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí”. “Ese es el límite de la pobreza a la cual estamos llamados a vivir” señaló.

Decía San Pablo: “Yo fui alcanzado por Cristo y ahora procuro yo alcanzarlo”, recordó el obispo, y profundizó su reflexión diciedno: “Lo alcanzará el que es capaz de ser pobre” en una pobreza que significa “ser humilde y caminar en la verdad”, porque “sólo a quien es pobre, el Señor lo puede alcanzar”.

El prelado tomó como ejemplo a la Santísima Virgen María: “Una criatura pobre fue la Virgen María”, la humilde esclava del Señor. “En Ella, todo el proyecto del Padre se cumplió, después  se cumplió todo lo que Dios tenía pensado en San José, el esposo de María” relató.

Santa Clara, cuyo nombre significa “vida transparente”, fue gran amiga de San Francisco de Asís e “inspiró un gran amor a la pobreza”, destacó monseñor Canecín, señalando que “Dios puede alcanzar a aquel que se hace pobre o se despoja”.

“¿Cuántas veces digo ´yo’ en el día?”, planteó el obispo. “Cuando llega la noche y contamos cuántas veces dijimos ´yo´ vemos que lo decimos demasiadas veces, lo cual significa la grandeza de mi ego”. En ese sentido, afirmó:  “Si no soy capaz de despojarme, es imposible que el Señor me alcance”.

En el marco de esta celebración especial, el obispo de Goya animó a contemplar la vida de San Francisco y de Santa Clara de Asís y el “amor a la pobreza”. Estos santos, aseguró, mostraron que “la pobreza es despojarme del propio yo”.

“El camino de la pobreza, personal y comunitaria, es el camino para una gran riqueza, la única: es tener únicamente al Señor”, afirmó el prelado.

Finalmente, recordó que Santa Clara pertenecía a una de las familias nobles de la ciudad. Desde muy pequeña se esforzó por adquirir y acrecentar una vida de virtud. Practicaba con asiduidad la oración y la penitencia. “Dios toca los corazones y hace que puedan despojarse de todo para tener una única riqueza, que es tener a Jesús”, concluyó.+