Mons. Mestre animó a misericordear a nuestros hermanos

  • 16 de septiembre, 2020
  • Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
En su reflexión para el 24º domingo durante el año, el obispo de Mar del Plata, tomó tres frases: "Perdonar siempre", "Experimentar misericordia" y "Misericordear al hermano".

En su reflexión para el 24º domingo durante el año, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Antonio Mestre, compartió el Evangelio de la parábola de los dos deudores. “El relato está dirigido a los discípulos y busca acrecentar el perdón y la misericordia en la vida interna de la comunidad”, mencionó al comienzo.

“Perdonar siempre”, “Experimentar misericordia” y “Misericordear al hermano” fueron las tres frases que tomó el obispo para su homilía.

Perdonar siempre
En el primer punto, monseñor Mestre recordó el planteo de Pedro a Jesús y dijo que “para el discípulo del Reino el perdón no es algo facultativo, no es opcional. El perdón es parte de la identidad del discípulo de Jesús”. Por eso, es algo que “no se negocia, es absoluto, debe estar siempre presente”. Y aunque reconoció que es una tarea difícil, destacó que perdonar no siempre implica “recuperar el vínculo”. Es decir, “no tengo obligación de volver a reestablecer el vínculo que antes me unía, incluso si hubiera sido un gran amigo o un familiar cercano”, solo es posible, “con la gracia de Dios”. 

Experimentar misericordia
“¿Dónde está la raíz de la capacidad espiritual de perdonar?”, se preguntó el obispo en el segundo punto, y expresó que “la base está en experimentar perdón en la propia vida, es decir, la misericordia de Dios en la propia existencia”. Monseñor Meste comparó al hombre con el primer deudor del Evangelio, “’debemos’ a Dios una suma inaudita e imposible de pagar”, pero “sin embargo, Dios nos perdona gratuitamente siempre”. Por eso, “somos llamados a experimentar la misericordia, el amor infinito, la compasión gratuita que Dios tiene por cada uno”. “Pudiéndonos aniquilar por nuestras faltas y pecados, el Señor elige rescatarnos, salvarnos, llamarnos a la vida y a la salvación sin que podamos ofrecer nada consistente a cambio”, añadió y animó a hacer memoria agradecida “del perdón total y gratuito de Dios, que nos rescata y restaura”.

Misericordear al hermano
Por último, el obispo marplatense sostuvo que “quien experimenta misericordia va a devolver, entregar misericordia a los demás”. En este sentido, resaltó la importancia de dejarse “misericordear” usando estos neologismos del papa Francisco, y del mismo modo, “misericordear al hermano que nos ha ofendido, ofrecerle nuestro perdón; a los hermanos heridos por diversas circunstancias y que están debilitados en el camino de la vida”. Este acto “sana, libera, recupera y salva”.+