Mons. Dus: "Ser Palabra de Dios encarnada que hace presente a Dios"

  • 28 de septiembre, 2020
  • Resistencia (Chaco) (AICA)
El arzobispo de Resistencia celebró la misa del Domingo Bíblico Nacional el domingo 27 de septiembre, en la catedral de San Fernando y Santo Cura Brochero.

Al concluir el Mes de la Biblia, el domingo 27 de septiembre, el arzobispo de Resistencia, monseñor Ramón Dus, presidió la misa del Domingo Bíblico Nacional en la catedral de San Fernando y Santo Cura Brochero.

En el comienzo de su homilía, el prelado explicó que “este domingo está dedicado de un modo especial a reflexionar sobre la Palabra de Dios y concluir el mes de septiembre acentuando nuestra devoción a la Palabra”, y mencionó que es un desafío “seguir profundizando, conociendo y contemplando la Palabra, de tal modo que los cristianos podamos ser Palabra de Dios encarnada que hace presente a Dios y a su misericordia”. 

Al mencionar la segunda lectura, monseñor Dus recordó a San Pablo, que “presenta el ejemplo de Jesús, quien se vacío de sí mismo y se hizo uno de nosotros compartiendo nuestra condición de mortales, frágiles y necesitados de la palabra de Dios. Jesús mismo, en su persona, nos muestra la dinámica en la cual el amor de Dios se manifiesta: abajándose, sirviendo. Así nosotros, con Jesús, somos exaltados por su amor y por su gracia”.

“Esta lógica misteriosa con la que Dios se manifiesta también es un rasgo de la realidad que reflexionamos hoy que es la Palabra de Dios. Para nosotros esto no es un texto, sino una persona”, afirmó el arzobispo. Además, hizo alusión a que “la palabra que se nos manifiesta en Jesús, tiene el origen en la comunión de Dios. Es Dios que ha querido participar su ser abriendo un diálogo para ofrecerse a la humanidad”.

Más adelante, monseñor Dus definió que la Palabra de Dios “son todas aquellas palabras que escuchamos en el Evangelio todos los domingos, que los evangelistas han querido trasmitirnos. Pero esas palabras de Jesús fueron una proclamación oral. Por eso, la Palabra de Dios es una presencia viva de Jesús”. 

Y recomendó “no quedarnos en la letra y en el texto, sino pasar a la comunión viva con el Dios que nos habla a través de Jesús y a través de la mediación de sus testigos. Hay una encarnación de Dios en el texto, y así es como nos llega su presencia y su mensaje. Y la gracia de escuchar la voz de Dios en su Iglesia”.

Luego el prelado mencionó que “nuestra comunión con Dios no termina solo en nuestros corazones o en la comunidad. Sino que nos asocia a la comunión que es la trinidad. Nuestro fundamento de fe a la luz de la palabra es un fundamento que nos dice podemos descubrir todos, y tenemos una dignidad de hijos agraciados, por la voluntad del palabra”.

Monseñor Dus señaló una invitación y un desafío, referido al Evangelio del día: “Si somos hijos de Dios y compartimos su misma dignidad, nuestro compromiso es trabajar en la viña, es decir, hacer la voluntad del Padre”, y aclaró que “el riesgo es decir que si y no hacer nada”. A pesar de que falten seguridades, afirmó que “la seguridad es el abandono en la voluntad del Padre”. 

Finalmente, “con la memoria del mes de la biblia, recordemos que para todos siempre hay una oportunidad, para el más pecador y hasta para aquel que se siente seguro”, dijo el arzobispo y pidió al Señor “que nos renueve en la misericordia y tengamos presente a María para que nos haga confiar en la palabra: ser servidores de Ella y experimentar que Dios nos llena de sus bienes y no abandona con su gracia y con su providencia”.+